El pasado 9 de septiembre la princesa Leonor (14 años) comenzaba sus clases de 4º de la ESO en el colegio privado Santa María de los Rosales, en Aravaca. Era su primer día y llegaba en un coche conducido por el Rey y acompañada por su hermana, la infanta Sofía (13). Ambas fueron captadas llevando a cabo el protocolo impuesto por la Covid-19 por el que un trabajador del centro aguardaba a la entrada con un termómetro láser para situarlo a la altura de la frente de las hijas de los Reyes. Ese día ambas cruzaron la puerta, pero solo dos jornadas después, el 11 de septiembre, el colegio emitía un comunicado que impedía a la futura Reina acudir a las clases presenciales durante los siguientes 14 días.
Aquel viernes el centro notificó que confinaba a toda su clase -incluida la heredera al trono- después de que una de sus compañeras de aula diera positivo por coronavirus. Un padre llamó al centro para avisar de que su hija había dado positivo y el colegio, inmediatamente, notificó al resto de padres que, a partir de ese lunes lunes, sus hijos tendrían que seguir las clases online durante dos semanas y tendrían que someterse a pruebas PCR.
Una vez pasado ese periodo, y con las pruebas con resultado negativo, Leonor de Borbón ha podido retomar las clases presenciales, tal y como informa Look. La hija mayor del jefe de Estado deja así el Pabellón del Príncipe en Zarzuela y vuelve al colegio, pero deberá seguir las indicaciones sanitarias que ha pautado el centro.
El protocolo en el colegio será más exhaustivo que nunca tras este primer susto. El uso de mascarilla es absolutamente obligatorio y se tomará la temperatura al llegar para descartar la posibilidad de que haya fiebre, uno de los principales síntomas de la enfermedad. Mientras permanezcan dentro del recinto, los estudiantes deberán atender a su higiene y lavarse las manos al menos seis veces: a la entrada y salida, en el patio, antes y después de cada comida, antes de entrar en una zona común y antes y después de ir al baño, sonarse, toser o estornudar.
Leonor, que el próximo 31 de octubre cumplirá 15 años, volverá a vestirse con su uniforme gris marengo y cargará su gran mochila para acceder a las clases y reencontrarse con sus compañeros tras dos semanas en cuarentena.
Confinamiento de lujo
Leonor y Sofía han pasado sus dos semanas en el Pabellón del Príncipe de Zarzuela, un hogar de 1.800 metros cuadrados dividido en cuatro plantas.
Han estado supervisadas continuamente por el jefe de los servicios médicos del palacio y una enfermera de turno de la Guardia Real ha vigilado los posibles síntomas y tomó la temperatura por la mañana y por la tarde.
Al contrario que muchos españoles, las hijas de los Reyes han podido disfrutar en estos 14 días de un extenso jardín. Si Leonor y Sofía querían airearse un poco, solo tendrán que cruzar la puerta de casa y también han podido disfrutar de la piscina familiar, pero siempre sin la presencia de sus padres. No obstante, sí han estado junto a Sara, una labrador que le regalaron a Leonor por su primera comunión.
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