Paz Padilla está de celebración. La presentadora gaditana cumple 51 años este sábado 26 de septiembre -no el 25, como tradicional y erróneamente publican otros medios- y lo hace en un momento clave de su existencia. Esta última vuelta al Sol no le ha entregado demasiados buenos momentos, a pesar de su carácter positivo y de su peculiar manera de entender la vida, y también la muerte.
El 31 de diciembre de 2019, por primera vez en sus más de 30 años de dilatada trayectoria profesioonal, Paz Padilla era la encargada de presentar la ansiada gala de las Campanas de Nochevieja en Telecinco, la cadena donde es una de las conductoras estrella. Con un impresionante vestido blanco firmado por Alejandro de Miguel y un peinado de lo más llamativo, inspirado en los carnavales de Tenerife según su propio autor, la actriz daba la bienvenida al 2020 sin tener la más mínima idea de lo que el destino le tenía preparado.
Desde febrero hasta julio, en apenas cinco meses, Paz ha tenido que encajar tres de los golpes más fuertes que puede recibir una persona. El día 10 de febrero, a la edad de 91 años, moría su madre, Dolores Díaz, doña Lola, como la llamaban las personas que la querían.
Lola se marchaba sin ganas, no quería irse de este mundo. Su vitalidad, su fuerza, el profundo amor que sentía por sus hijos y sus nietos hizo que se aferrase a la vida con una desmesurada e inexplicable juventud. "Ella disfrazaba la vida, la carencia la disimulaba y hacía que las pequeñas cosas fueran importantes para cada uno de sus hijos", escribía en su mediática hija en Instagram en un hermoso post que dedicó a la madre de sus siete hermanos.
El 18 de julio, de manera inesperada para todos -excepto para ella, tristemente, que conocía este trágico final desde el principio-, a la temprana edad de 53 años, perdía la vida Antonio Juan Vidal Agarrado, marido de la humorista, tras un año luchando contra un tumor cerebral. Tan solo 24 días después de su fallecimiento, el 10 de agosto, moría Ana Isabel Agarrado Bernal, madre de Antonio Juan y suegra de Paz Padilla, de la misma enfermedad que su hijo: cáncer.
Según pudo averiguar JALEOS por fuentes cercanas a la presentadora, "Ana quería a Paz como a una hija. Era una familia que estaba muy unida y una familia que en estos momentos está rota. Pero te voy a decir una cosa, antes de morir, Ana agradeció a Paz todo lo que ella había hecho por su hijo Antonio".
49 días de silencio bastaron para que Padilla se pintara la mejor de sus sonrisas, se pusiera la capa de la alegría y estuviera de vuelta en su puesto de trabajo. La actriz concedió una de las entrevistas más vistas y emotivas de la historia de Sábado Deluxe y del extinto Sálvame Deluxe.
Ante millones de espectadores, la humorista elevó su conversación con Jorge Javier Vázquez (50) y los colaboradores a la categoría de lección de vida y dio titulares que como los siguientes: "La muerte forma parte de la vida", "no se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alma gemela, o "si algo he aprendido es que lo amaba con locura, lo amo con locura y lo seguiré amando con locura. Lo único que me ha dejado, es amor. Es lo único que perdura", entre otros.
Hace unos días, el lunes día 21 de septiembre, Paz Padilla felicitaba a su marido, Antonio Juan Vidal, en las redes sociales con una fotografía de ambos. A la imagen le acompañaba un precioso texto firmado por la propia Paz que decía lo siguiente: ¡Feliz cumpleaños, mi amor! Celébralo con una gran fiesta, yo aquí te seguiré diciendo te quiero y mandándote besos llenos de ternura. ¡Te amo!".
A Antonio, nacido bajo el signo de Leo, y Paz, que llegó al mundo con todas las cualidades propias de los Libra, les separaban apenas cuatro días, por ello siempre celebraban juntos sus cumpleaños. Este es el primero de Paz sin Antonio. Sus vidas se han separado en la Tierra, pero la gaditana, con su optimismo y su alegría, ya ha dejado claro que seguirán siempre juntos y unidos por su amor mutuo, inquebrantable e imperecedero.
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