El taller y tienda de Felipe Varela en la calle Ortega y Gasset, en plena Milla de oro madrileña, anda más tranquilo de lo que es habitual para esta época del año. Octubre es el mes grande para el modista madrileño. Lo normal es que las tres personas que trabajan mano a mano con él lleven por estas fechas unas jornadas de trabajo maratonianas. ¿La razón? Desde que Letizia Ortiz Rocasolano (48 años) llegó al Palacio de la Zarzuela no ha lucido jamás otra cosa que no sea un Varela para la Fiesta Nacional del 12 de octubre y para la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias que se celebran a final de mes en Oviedo.
Para todos los demás actos, fijos o no, ha ido introduciendo otras marcas para sus looks. Primero empezó a usar prendas de Hugo Boss y después ha sido Carolina Herrera, la firma americana comprada por la española Puig, la que le ha ido robando el protagonismo a Varela en el armario de la Reina.
Pero este año no habrá estreno. El diseñador no disfrutará de ver su creación en el maniquí más famoso (y rentable) de este país desfilando por la alfombra azul del Teatro Campoamor, este año el coronavirus no ha respetado ni eso.
Parece ser que este próximo viernes en la capital asturiana Letizia hará como hizo el lunes en el Palacio Real durante la celebración descafeinada de la Fiesta Nacional: repetir un look ya lucido. Eso sí, parece que su idea es respetar la firma del diseñador que la va vestir en esta cita tan importante y que será un Varela de los muchos que tiene en su armario.
En el vestidor de Zarzuela, que debe de ser más grande que muchas casas de muchos españoles, hay por lo menos dos diseños de Felipe Varela que Letizia no ha lucido nunca y que podría estrenar pero parece que su idea es no hacerlo. La cuestión es dar una imagen de austeridad en estos momentos tan complicados que vive el país por culpa de la pandemia. Hace más de dos meses que la esposa de Felipe VI (52) no luce nada nuevo en su vestuario.
El año pasado por estas fechas, el armario de la Reina ya había adquirido varias prendas nuevas, entre ellas, y para poner un ejemplo de la nueva política de armario de Letizia, el deslumbrante vestido blanco de la firma española Lolali Madrid. Ese diseño lo eligió para el día de la inauguración de la nueva temporada de ópera el Teatro Real de Madrid. Esa noche de 2019 escogió una serie de joyas de su colección privada como los pendientes de diamantes negros de la firma Grisogono o las pulseras gemelas de diamantes de Cartier de un valor incalculable.
Su imagen en este 2020 ha sido muy diferente para ese mismo acto 365 días después. Letizia se decidió por un vestido rojo de cóctel firmado por Carolina Herrera que se había puesto en muchas otras ocasiones. Y, como joyas, el anillo firmado por Karen Hallem que le regalaron sus hijas, la princesa de Asturias (14) y la infanta Sofía (13), que tiene un precio menor de cien euros.
Letizia lleva unos días sopesando que look va a elegir para la ceremonia del próximo viernes en Oviedo y salvo cambios de última hora, estos son los cinco modelos que está sopensando, según fuentes cercanas a la esposa de Felipe VI. Hay que tener en cuenta que la Reina tiene la ventaja de lucir tal figura que puede elegir cualquier modelo que se haya puesto desde que se convirtió en Princesa de Asturias en 2004, así que tiene mucha variedad para elegir. Sin embargo, su elección parece encontrarse entre estos cinco favoritos.
Un vestido de hace más de 10 años
Uno de los candidatos es el que lució en los Premios Princesa de Asturias 2007, entonces los galardones todavía se llamaban Príncipe de Asturias. Es un diseño en seda con un sobrevestido realizado en cristales de Swarovski. La chaqueta está descartada por estar pasada de moda y las medias serían otras, ya que fue lo más criticado entonces.
El estilo Babydoll que tanto le favorece
Aunque su idea es no lucir nada el viernes que ya se haya puesto en más de dos ocasiones, lo cierto es que este vestido que Varela diseñó para ella en 2010 es uno de sus favoritos. Se trata de un modelo en negro de raso, con manga francesa y falda de vuelo estilo años 50 y con bordados en azabache.
Color verde esperanza
Aunque cuando lo estrenó en 2013 se llevó alguna criticas porque algunos aseguraban que parecía el personaje de Campanilla en Peter Pan, lo cierto es que a la Reina le encanta este vestido. Se trata de un diseño que Varela creó en seda con la cintura marcada en georgette y bordados con cristales de Swarovski y cristal de jade.
Un vestido de grandes recuerdos
Otro de los candidatos es el modelo que lució en 2014, los que fueron sus primeros premios como Reina en su Asturias natal. Felipe Varela creó para ella un vestido con patrón lápiz (que tan bien le sienta a Letizia) en el color emblema de su tierra, el azul zafiro. Por encima, llevaba una malla de encaje con cristales negros bordados.
Un modelo muy criticado
Y el último candidato que han barajado en Zarzuela es el que Letizia llevó un año después, en 2015, se trataba de un modelo muy original de vestido cuya falda terminaba en unos volantes en degradé del negro al blanco. No gustó mucho, pero eso a ella nunca le ha importado.
Por supuesto Varela se encuentra a disposición de la esposa de Felipe VI para que elija el modelo que elija en caso de que requiera algún retoque de última hora sea él y su taller quien lo haga y no nadie ajeno a su aguja.
Según cuentan a este medio hay otros dos candidatos de Carolina Herrera -tampoco nuevos- que pueden quitarle el sitio por primera vez a Felipe Varela en la alfombra azul del Teatro Campoamor de Oviedo. El viernes podrá resolverse el enigma.
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