Letizia (48 años) acudió a su último acto público subida a unos imponentes salones de Manolo Blahnik en piel de serpiente de color negro. La Reina decidió apostar por vestir sus pies con la firma del diseñador canario para completar su total look español en su cita con los galardones de la moda nacional. Los stilettos que escogió para la ocasión poseen un tacón de 11 centímetros de altura, lo que supone un reto caminar con ellos y, más aún, en un día de lluvia como al que se enfrentó la Reina en el citado evento madrileño. Pero, una vez más, demostró su pericia en las alturas. Aunque tiene truco.
La esposa de Felipe VI (52) es toda una experta en soportar los temidos tacones de aguja durante horas y se sube a zapatos tan altos que su empeine se llega a ver a veces totalmente vertical. Pero es bien sabido que la Reina no se la juega con la salud de sus pies y cuida al detalle todo lo que se calza. La calidad, la artesanía y la comodidad son los aspectos principales que tiene en cuenta para lucir siempre espectacular y acercarse al 1,97 metros de altura del Rey sin morir en el intento. Pero Letizia no solo se fija en lo que trae de por sí el diseño original de sus zapatos, sino que pide a su zapatero que adapte algunas de sus piezas para que sean aún más estables y no le provoquen ningún susto mientras camine con ellos.
Los Manolo Blahnik de Letizia no se pueden comprar en la tienda oficial porque poseen una fina plataforma que no está presente en el diseño original. Tal y como se puede apreciar en las fotografías que muestran la suela del zapato de la Reina, la zona bajo la punta presenta un color negro que no existía cuando los compró. Según indican estilistas consultados por este medio, se trata de un material antideslizante que se implanta en la suela para evitar resbalones, y al que, del mismo modo, también se le puede añadir una pequeña plataforma, como hace Letizia. Este apósito aporta mayor comodidad a los pies debido a que compensa la altura de la punta con la del tacón, favoreciendo que se curven menos el empeine y la planta del pie.
De esta forma, la Reina puede caminar con mayor seguridad y sin tener arriesgarse a sufrir ningún percance sea cual sea la climatología del lugar que le toque visitar acorde a su agenda institucional. Pero este arreglo estilístico también le es favorable en una cuestión estética, y es que al añadir un tejido negro y de goma en la suela el desgaste que se produzca por el uso continuado de los zapatos no queda a la vista. Algo que sí le ocurre a la actual primera dama de Estados Unidos, Melania Trump (50).
La mujer de Donald Trump (74) no se baja de los tacones altos sea cual sea el acto al que tenga que acudir. Al contrario que Letizia, que luce zapatos planos o zapatillas deportivas cuando así lo requiere su agenda, Melania es incapaz de dejar a un lado sus stilettos y se la ha podido fotografiar pisando el césped con calzados de lujo como Jimmy Choo, adentrando sus altísimos Michael Kors en el barro o luciendo unos Manolo Blahnik de serpiente como los de la Reina española en una visita a una zona devastada tras un desastre natural.
Los objetivos de las cámaras profesionales de la prensa siempre enfocan hacia sus zapatos de tacón y todas sus suelas se muestran desgastadas y rayadas del uso excesivo e inapropiado que les da.
Sin embargo, Melania no parece preocupada por ese maltrato a sus zapatos, ya que en el caso de estropearse del todo, se compraría otros. Pero Letizia siempre se ha mostrado a favor de la opción de reciclar al máximo su armario y, más aún, en este 2020 donde su compromiso con la austeridad está más presente que nunca.
Letizia no solo ha adaptado sus Manolo Blahnik para asegurarse estabilidad y comodidad, también ha arreglado la suela de muchos otros zapatos de tacón, como varios de ellos que tiene de la firma Magrit, una de sus favoritas, y algún botín de Hugo Boss.
[Más información: La transparencia de Letizia con su ropa interior en un día de lluvia: ¿mensaje oculto o fallo?]