Volvemos a empezar la semana en martes. No sería mala idea implantarla para todos los trabajadores, nosotras lo aceptaríamos encantadas. Este lunes era fiesta en Madrid, la patrona de la ciudad, La Almudena, y Letizia (48 años) hizo puente como todos los madrileños.
Pero lo bueno se acaba y la Reina ha vuelto al trabajo acudiendo este martes por la mañana a una reunión en la sede del Real Patronato sobre Discapacidad de la que es presidenta de honor desde hace muchos años.
Como viene siendo habitual en sus últimas apariciones en la época de la Covid-19, la esposa de Felipe VI (52) ha decidido hacer un look recuperando distintas piezas de su armario, sin estrenar nada nuevo, convirtiendo el outfit en un mix de lo más curioso. La protagonista absoluta del look de la Reina de esta mañana de martes ha sido una falda que lleva muchas temporadas en su vestidor pero que sólo hemos visto en una ocasión. Estampada en pata de gallo en color blanco y negro, se trata del modelo Riami de Hugo Boss que estrenó en Córdoba hace casi dos años en la entrega de las Medallas de las Bellas Artes.
Letizia la ha combinado con un jersey de punto en color rojo burdeos también de la firma germana y que también ha salido de los cajones de su armario. La vez que estrenó la falda en 2019 lo hizo con el top que iba a juego lo que nos resultó demasiado chocante, hoy la cosa ha mejorado un poco.
Creo que lo que no terminaba de encajar es la prenda de abrigo que ha elegido, encima del jersey rojo y la falda estampada en pata de gallo, Letizia ha lucido un abrigo blanco, firmado por Carolina Herrera, que tiene en su armario desde el año 2005 y que no pegaba nada. La Reina se lo coloca en los hombros, un gesto muy majestuoso y elegante, pero se llevaba a matar ese tono blanco nuclear con el blanco roto del dibujo de la falda.
La esposa de Felipe VI ha lucido como accesorios los salones de charol de la firma española Lodi. Estos zapatos le encantan a la Reina. De hecho, se le rompieron hace unos meses en la zona del tacón y pidió a la firma que le hicieran otros exactamente iguales. En la mano ha llevado la cartera roja de la firma asturiana Reliquiae que tiene también en negro.
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