Tan querida como incomprendida, Diana de Gales vuelve a la actualidad estos días gracias a la cuarta temporada de la serie The Crown, de Netflix, que se ha estrenado este domingo. Estos nuevos capítulos se presentan como una revisitación del estilo de esta mujer fascinante que eclipsó al mundo entero en lo década de los ochenta y noventa.
En la nueva emisión de The Crown se verá a una joven Lady Di, interpretada por Emma Corrin, que vive su historia de amor junto al príncipe Carlos (72) -el actor Josh o'Connor-, en una época en la que Margaret Thatcher, - a quien interpreta Gillian Anderson- dirigió sin vacilar el destino de los británicos en los difíciles años de la Guerra Fría.
El romance del príncipe Carlos con la joven Lady Diana Spencer se convierte en el foco de atención de los nuevos episodios. Todo lo que rodeaba a la dulce y tímida Lady Di generaba tal interés que sus inocentes jerséis de punto con cuello de pico eran imitados por miles de jóvenes. "Hoy se hablaría de una prenda viral", expresa el diseñador Jorge Vázquez, director creativo de Pertegaz.
Rebecas, chalecos y blusas con coquetas lazadas o americanas son algunas de las prendas que lucía para ir a trabajar como maestra de guardería en la escuela de Kindergarten Young England en Pimlico, Londres, "unas primeras prendas clásicas y confortables que son muy recordadas y que forman parte del universo Lady Di", añade el creador gallego.
De ahí, que el vestuario de la serie, creado por Amy Roberts, genere tanto interés. En ocasiones, son reinterpretaciones como el vestido de gala en blanco y dorado, firmado por Victor Edelstein, con el que Lady Di asistió a una cena en París.
También resultan idénticos el vestido de gasa rosa chicle con lunares de Donald Campbella juego con un casquete firmado por John Boydque o el modelo midi combinado con bailarinas y bolso al hombro, todo en blanco, que eligió para posar delante del monolito Uluru, en ambos casos durante su primer viaje oficial a Australia en 1983, dos años después de su boda. En esta etapa, recién aterrizada en la Familia Real británica, quiso demostrar que estaba a la altura y por eso lucía diseños impecables pero siempre acordes a su gusto.
En otras ocasiones, la serie se toma licencias y confecciona piezas creativas, de ingenio, pero siendo fiel al estilo de la princesa del pueblo en el que primaban los estampados florales, uno de sus favoritos. Las flores daban vida a su rostro tímido e inocente y le hacían recordar lo maravilloso de la vida, la intensidad, los colores.
Desde el día su compromiso oficial, en febrero de 1981, Lady Di se decantó por prendas más formales, ajustada al rígido protocolo de la casa inglesa, prueba de ello es el traje de chaqueta azul con blusa con lazada que compró en los famosos almacenes Harrods y que es reproducido con total exactitud para el capítulo 3, en la escena del anuncio de su compromiso. A partir de ese momento, Diana de Gales se convirtió en un referente.
Para el ensayo de la boda, Diana Spencer acudió a la Catedral de San Pablo con un vestido azul de flores de cuello alto, modelo que aparece casi idéntico en la cuarta temporada de The Crown.
Uno de los vestidos más importantes en la vida de Diana de Gales y en la serie ha sido el vestido de novia, con el que Lady Di dio el 'Sí, quiero' al príncipe Carlos, una exuberante pieza que marcó un antes y un después en la moda nupcial.
Creado por David y Elizabeth Emanuel, el vestido de novia de Lady Di, con llamativas mangas farol adornadas con volantes, cuerpo encorsetado y falda de gran volumen, se confeccionó con tafetán de seda y se decoró con bordados a mano con lentejuelas y 10.000 perlas, un modelo dulce y romántico que en la serie aparece casi idéntico.
Durante los primeros años de su matrimonio, Diana de Gales se decantaba por vestidos muy conservadores, conjuntos de dos piezas que combinaba a juego con zapatos y bolsos, al igual que ocurre en la serie de Netflix. A lo largo de los capítulos aparece una sastrería de líneas ochenteras en vibrantes colores y la gabardina, prenda de entretiempo básica y atemporal, pero también se ven piezas con motivos florales, mangas abullonadas, camisas con cuello bobo, hombros marcados y talle bajo, prendas que recuerdan a Diana de Gales.
Las prendas más relajadas que solía vestir la madre de Guillermo (38) y Harry (35) de Inglaterra también aparecen en la serie. Es el caso de los pantalones de cuadros vichy en blanco y rojo, el peto amarillo con blusa de cuello bebé o las prendas de campo de aire vintage en tonos verdes, marrones y beiges.
En The Crown destacan citas con impresionantes vestidos de gala fruncidos para marcar su figura como el modelo de escote asimétrico y falda con volumen que luce Emma Corrin y que recuerda a los famosos diseños de la diseñadora Catherine Walker que lucía Lady Di.
A raíz de su separación, su vestuario dio un giro muy importante, se revolucionó y creó un estilo entre la inocencia y el glamour. Habrá que esperar a la quinta temporada para descubrirlo.
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