Carla Vigo Ortiz (20 años) lo ha vuelto a hacer. La sobrina díscola de la reina Letizia (48) se ha saltado todas las normas del regio protocolo que exige la Familia Real y se ha hecho un tatuaje gigante que le ocupa gran parte del brazo. La hija de la fallecida Érika Ortiz ha subido el proceso de creación a sus redes sociales y sus seguidores han reaccionado de manera muy positiva ante el impresionante dibujo.
La elección del diseño que ha seleccionado Carla Vigo ha llamado la atención de sus followers, pues se trata de la cabeza de un tigre con líneas rectas y geométricas que divide la cara del animal en dos. La parte derecha del tigre es la única de las dos que está completamente dibujada con diferentes tonos y relieves. La parte izquierda es la que lleva las líneas limpias, sin interior, excepto por el ojo del felino. Sobre su cabeza, un círculo que marca el equilibrio.
El artista que ha realizado el tatuaje de la sobrina de la reina de España se hace llamar Javier Tinta y su lema es el siguiente: "Mato malos en mares de tinta". Carla Vigo no ha tenido que irse demasiado lejos para hacerse esa "locura", pues Javier regenta su propio espacio llamado Tinka Tattoo en Aranjuez, el municipio del sur de Madrid donde la joven vive con su padre y sus hermanos.
"¡Qué locura!", ha exclamado la propia Carla al ver el resultado final de su tatuaje reflejado en sus propias redes sociales. "¡Espectacular!", "muy chulo, Carla" o " me encanta" han sido algunos de los comentarios que sus casi 14.400 seguidores le han dejado escrito en el último post de su Instagram en el que se presume de nuevo tattoo.
El tigre en la astrología china simboliza el poder, pintoresco e impredecible. Los tigres son el tercer animal del Horóscopo Chino y las personas bajo este signo necesitan de la aventura, disfrutan plenamente de la vida y la valentía, a veces hasta extremos peligrosos.
La rebeldía de Carla
Carla Vigo sigue la estela de otros sobrinos de los reyes Felipe VI (52) y Letizia, como Felipe de Marichalar (22) y Victoria Federica (20). Hace unos meses, utilizaba su cuenta de Instagram para hacer un directo y sorprendía a propio y extraños luciendo un piercing en la nariz y fumando algunos cigarrillos.
Fue en la época pre-pandemia cuando Vigo aparecía divertida, en una reunión de amigos, mientras daba unas caladas a un pitillo y escuchaba reggaeton mientras lucía un piercing plata en el cartílago derecho de su nariz. "Pero, ¿tú fumas?", le preguntaba uno de sus followers. "Hombre, lo estás viendo, ¿no?", sentenció tajante la hija mayor del escultor Antonio Vigo (46).
El pasado 10 de septiembre, Carla Vigo decidía abandonar España para instalarse durante un tiempo en Alemania, donde este periódico averiguó que trabajaba como au pair cuidando niños en una familia autóctona. Su tiempo en el país germano duró desde el citado día hasta el pasado 18 de diciembre. Tres meses y ocho días en los que Carla Vigo también ha aprovechado para aprender el idioma y visitar algunas zonas del país.
La vida de Carla Vigo ha cambiado sobremanera en los últimos meses. Hace algunas semanas, además, la joven daba un nuevo giro a su perfil de Instagram. Si bien al principio de que irrumpiera en los medios de comunicación por su mayoría de edad se hacía llamar "reina de lentejuelas", ahora ha cambiado a un curioso nombre.
Como no podía ser de otra manera, es un nickname en alemán, Schlumpf, que en español se traduce como Pitufo. Un user divertido y con el que cierra definitivamente un ciclo vital en el que no sólo era la sobrina de la Reina, sino la reina de lentejuelas. ¿Es una desvinculación directa hacia todo lo que tiene que ver con la institución monárquica de la que su tía forma parte? ¿Es su tatuaje un nuevo pulso a su tía Letizia?
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