Este sábado 30 de enero, el rey Felipe VI cumple 53 años. A pesar de tener la agenda liberada de actos institucionales y de ser un día, en general, festivo para muchos -también para él-, poca actividad ociosa podrá hacer el jefe del Estado para celebrar su nueva vuelta al Sol. Así como el año pasado JALEOS de EL ESPAÑOL descubría al soberano junto a unos amigos -y sin Letizia (48)- almorzando en una taberna andaluza de Madrid para soplar sus flamantes 52 velas, este año todo ha cambiado sobremanera.
La vida en este momento es otra radicalmente distinta a la de hace exactamente 12 meses, incluso para un rey, hijo de reyes, y padre de una futura reina. El coronavirus no entiende de sangre azul o de linaje aristocrático. La pandemia ha provocado una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en España -y en el mundo- y los decesos debido a la Covid-19 ya superan los 55.000 casos sólo en nuestro país.
Este viernes por la mañana, Antonio Zapatero, viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, afirmaba que "la incidencia se sitúa en los 970 casos por cada 100.000 habitantes. Además, la cepa británica sigue creciendo. Todos estos indicadores nos llevan a decir que en Madrid hay una situación de alta transmisión".
Es por ello por lo que el viceconsejero ha pedido a los madrileños que cumplan con las normas y eviten salir: "No es el momento de salir de fiesta, es el momento de quedarse en casa". Las normas a las que hace alusión Zapatero para evitar la expansión del virus son las anunciadas por la Comunidad de Madrid hace algo más de una semana. Se trata del cierre de comercios y hostelería a las 21 horas, la prohibición de reuniones de más de cuatro personas no convivientes y la prohibición de encuentros en domicilios con personas ajenas a los mismos. Además, el toque de quedo se fijó entre las 22 horas y las 6 horas hasta el próximo 8 de febrero.
Con este escenario, Felipe VI no tendrá más remedio que disfrutar de la llegada de sus 53 años en la intimidad de su hogar, en el Pabellón del Príncipe, junto a su esposa, la reina Letizia y sus dos hijas, la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (13). Son esas y no otras las únicas tres personas con las que el monarca convive.
El 30 de enero es especial para Felipe VI. En el día de su cumpleaños siempre encuentra el tiempo para dedicar un rato a su familia y sus amigos. Desde una cena junto a su esposa en el restaurante DiverXO del chef tres estrellas Michelin David Muñoz (41) para celebrar sus 46 hasta una comida informal en La Tragantía, su último cumpleaños. Una cita de la que este periódico consiguió información e imágenes en exclusiva.
Era jueves y la calle Príncipe de Vergara de Madrid parecía el lugar tranquilo que es siempre hasta que a las puertas del citado restaurante llegaron varios coches con personas que, tras bajar de su interior, vigilaron y confirmaron que todo era seguro en aquel momento.
El restaurante estaba preparado: el comedor interior se cerró para el monarca y su reducido grupo de amigos. Una reunión puramente masculina donde no estaban ni la Reina ni sus hijas, aunque tal y como pudo confirmar este diario, fue después cuando Felipe se reunión con las tres mujeres de su vida. Dos festejos por su 52 años que este año no podrán tener lugar.
El sencillo encuentro de Felipe VI y sus íntimos amigos estuvo marcado por la distensión, las risas y el buen ambiente. Para coronarlo, como sucede en la mayoría de celebraciones en España, gozaron de la comida. El Rey pudo catar algunas de las propuestas gastronómicas del restaurante como un surtido de ibéricos, chocos con verduras fritas o boletus al ajillo. Para los segundos platos, según consta en la carta, había posibilidad de elegir entre merluza, bacalao, entrecot y rabo de toro. Todo ello, regado con vinos de La Rioja y verdejos.
Su cumpleaños más especial
El 30 de enero de 2018, Felipe VI, ya rey de todos los españoles desde hacía cuatro años, cumplía la simbólica cifra de 50. Para conmemorar su medio siglo de vida, el jefe del Estado no sólo tuvo una celebración íntima, sino que también quiso hacer un guiño a la institución y a su hija como heredera. Aquel 30 de enero y ante la presencia del rey Juan Carlos (83) y la reina Sofía (82) en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, Felipe entregó a la princesa de Asturias el Collar de la Orden del Toisón de Oro, la más alta distinción que puede entregar la Corona y el Reino de España.
El propio Felipe VI detalló que había decidido celebrar sus 50 años así "para poner de relieve, con la mayor solemnidad y simbolismo", su "compromiso personal e institucional con España". Con un gesto de cariño hacia su primogénita, como futuro inmaculado de la monarquía, el Rey pronunció las siguientes palabras: "Leonor, tu vida debe ser de entrega sin reservas a tu país y a tu pueblo. Soy tu padre y confío en ti plenamente".
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