Hamzah, Felipe y Federico: la desgracia se cebó en uno de los príncipes casados en 2004
Hamzah bin Hussein está bajo arresto domiciliario en palacio. Mientras, el español reina y el danés lleva una vida tranquila a la espera de convertirse en monarca.
6 abril, 2021 03:10Noticias relacionadas
El nombre de Hamzah bin Hussein (45 años) ha dado la vuelta al mundo en las últimas horas. Desde este fin de semana, el hijo de Noor de Jordania (69) y el fallecido rey Huséin se encuentra bajo arresto domiciliario por recibir acusaciones de conspiración en contra de la patria. Junto a él se encuentran sus cinco hijos -todos menores de edad- y su mujer, la princesa Basmah Bani Ahmad (42), con quien contrajo matrimonio en 2012, tres años después de divorciarse de su primera esposa, Noor bint Asem (38).
Hamzah, con el que se ha cebado la desgracia, y la mencionada princesa, miembro de la Familia Real jordana, se dieron el 'sí, quiero' en agosto de 2003. Sin embargo, celebraron su unión con una elegante recepción en mayo de 2004, pocos días después de que Felipe VI (53) se casara con Letizia (48). Los actuales Reyes de España, de hecho, interrumpieron su luna de miel para asistir a aquella fiesta que tuvo lugar en un año decisivo para el príncipe hachemita que hoy recibe acusaciones por parte de los servicios de seguridad de su país.
Fue precisamente en 2004 cuando Abdalá II (59) decidió que su medio hermano dejaría de ser príncipe heredero -tal y como había sido la voluntad de su padre, el rey Huséin-. El monarca determinó que le sucedería su hijo en vez del primogénito de la reina Noor. De esta manera, afianzaba el sistema de sucesión establecido en la Constitución y designaba a su primogénito como su sucesor. "Su posesión de este puesto simbólico ha restringido su libertad y ha impedido que le confiemos ciertas responsabilidades para las que está plenamente calificado", explicó entonces el soberano en un comunicado.
Pese a este movimiento, la situación en la Casa Real jordana parecía estable hasta ahora, cuando el expríncipe se ha visto envuelto en un escándalo. Este pasado fin de semana, el viceprimer ministro jordano, Ayman Safadi, declaró en rueda de prensa que "los servicios de seguridad, a través de investigaciones exhaustivas, han hecho un seguimiento durante mucho tiempo a las actividades y movimientos del príncipe Hamzah bin Husein, Sharif Hasan bin Zaid y Basem Awadallah y otras personas teniendo como objetivo la seguridad y estabilidad de la patria".
A continuación, unas imágenes de Hamzah en las que afirmaba encontrarse bajo arresto domiciliario, daban la vuelta al mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Mirando fijamente a cámara, el hijo de Noor declaraba que en la mañana del sábado el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas acudió a su hogar para informarle que no podía salir, comunicarse con la gente o reunirse con ellos, porque en las reuniones en las que estuvo presente, o en las redes sociales relacionadas con las visitas que hizo, "hubo críticas al Gobierno o al Rey".
En cuanto a su vida sentimental, Hamzah también ha tenido momentos decisivos. En 2009, tras cinco años de matrimonio, se divorció de su prima segunda, Noor, y madre de su hija, la princesa Haya bint Hamzah de casi 14 años.
La suerte de Felipe VI, que también celebró su boda en 2004, ha sido menos dramática. Sobre todo, en su relación de pareja. El próximo mes, el monarca celebrará su 17 aniversario de casado con la reina Letizia y madre de sus dos hijas, la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (13). En cuanto a su posición dentro de la Casa Real, su destino también ha sido mucho más favorable. 10 años después de su boda con la experiodista, se proclamó Rey de España tras hacerse efectiva la abdicación de su padre, Juan Carlos I (83). Pese a su suerte, su camino como Jefe de Estado de nuestro país también ha estado lleno de dificultades. Sobre todo, por los problemas relacionados con su familia.
Durante su reinado, Felipe VI ha tenido que lidiar con el escándalo generado por el caso Nóos, un suceso de corrupción en el que estuvo implicado su cuñado, Iñaki Urdangarin (53), quien ha sido condenado a cumplir con una condena. Dicho acontecimiento lo obligó a retirarle el título de duquesa de Palma a su hermana, la infanta Cristina (55), en junio de 2015. En los últimos meses, el Rey de España también ha tenido que hacer frente a la polémica de su progenitor, quien el pasado verano abandonó nuestro país por "la repercusión pública" que estaban generando ciertos acontecimientos de su vida privada. Entonces, el emérito -a quien su hijo le había retirado la asignación del Estado- estaba siendo investigado por fraude fiscal y blanqueo.
La situación de Federico de Dinamarca (52), el otro príncipe que contrajo matrimonio en 2004, ha sido la más dichosa. Él y su mujer, Mary Donaldson (49), son considerados por muchos como la pareja perfecta de la realeza. Ambos se conocieron Australia en el año 2000, mientras se celebraban los Juegos Olímpicos de Sídney. Cuatro años más tarde, se dieron el 'sí, quiero' en la catedral Nuestra Señora de Copenhague y comenzaron a formar una familia que, a día de hoy, está compuesta por cuatro hijos: Christian (15), Josephine (14), Isabel (13) y Vicente (10). Desde entonces su vida estuvo exenta de escándalos, más allá de algunos rumores que no llegaron a tener mucha trascendencia.
No fue hasta enero de 2020, cuando Federico y Mary de Dinamarca hicieron frente a una polémica por ocultar posesiones inmobiliarias. El escándalo en cuestión comenzó cuando posaron junto a sus hijos en su primer día de clases en el internado suizo Lemania-Verbier International School. Mientras los niños cumplían con sus actividades escolares, él y su mujer se hospedaban en una casa que tienen en la ciudad desde hace varios años. Así lo informó el propio heredero, causando malestar en los medios daneses, ya que hasta ese momento no se tenía constancia de esta residencia. Poco después, se desveló que era un chalet de tres plantas y cuatro dormitorios que alquilaban entre 4.000 y 10.000 euros por semana.
Ante el escándalo -de los pocos que ha enfrentado Federico como Príncipe- ambos tuvieron que renunciar a esta renta, ya que miembros del Parlamento ponían en duda la legalidad de sus operaciones. Según informaban, por ley, la Familia Real danesa no puede gastar el dinero de su asignación fuera de su país, sin el permiso de la Cámara.
[Más información: El príncipe Hamzah, la debilidad de la reina Noor de Jordania: la férrea defensa a su hijo]