El pasado de Buckingham da la razón a Meghan y Harry: los indicios de racismo dentro del palacio
Un famoso diario británico ha descubierto que hasta los años sesenta los "inmigrantes de color" no podían trabajar para altos cargos de la corona.
3 junio, 2021 17:04Noticias relacionadas
Una de las declaraciones más impactantes de la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey (67 años) fue la que hacía referencia a las reacciones que hubo en el palacio de Buckingham tras conocerse la noticia de que Meghan Markle (39) estaba esperando su primer hijo. La protagonista de Suits reveló que algunos miembros de la familia le trasladaron al príncipe Harry (36) su preocupación por "el color de piel que tendría Archie (2)". En ese momento la cara de la presentadora habló por sí sola (y se convirtió en un meme replicado en cientos de situaciones vía redes sociales). Y es que estas palabras señalaban directamente a la Casa Real británica como una institución racista.
Ahora, el periódico The Guardian ha desempolvado unos datos que concuerdan con la versión que los duques dieron en la famosa conversación televisada. Según los documentos descubiertos por este medio en los Archivos Nacionales, el palacio de Buckingham prohibió a los "inmigrantes de color o extranjeros" servir en altos cargos de oficina dentro de la casa real hasta, al menos, finales de los años 1960. Tras el hallazgo, se ha reavivado el debate entre la opinión pública sobre la existencia de racismo dentro de Familia Real británica.
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Estos documentos revelan cómo en 1968 el director financiero de la reina informó a los funcionarios públicos de que los trabajadores de minorías étnicas podían trabajar como sirvientes domésticos, pero no en puestos de oficina de la casa real. El diario explica que el palacio de Buckingham se negó a responder a sus preguntas sobre la prohibición y sobre cuándo fue revocada.
Además, la institución aseguró en un comunicado que sus registros muestran personas de minorías étnicas en 1990, pero que "no mantienen registros" de antes de esa década. En la década de 1960, el Gobierno británico introdujo leyes para ilegalizar el hecho de negarse a emplear a una persona por su origen étnico, pero, según explica la publicación, la reina Isabel II (95) ha permanecido exenta de esa legislación durante "más de cuatro décadas".
La postura del príncipe Guillermo
Quien no refrenda esta versión es el príncipe Guillermo (38), que tras las declaraciones vertidas por su cuñada, salió al paso. En un acto oficial durante el pasado mes de marzo ofreció una declaración que no deja lugar a dudas sobre su posicionamiento en el asunto: "Mi familia no es racista ni de lejos", sentenció el segundo en la línea de sucesión al trono británico.
Estas acusaciones hacia la familia por parte de Harry, sumada a la postura del menor de los hermanos frente a la Casa Real desde que se produjera el apodado Megxit ha provocado que la relación entre ellos se tense. Y otra prueba de ello es la información que maneja el diario The Sun, que afirma que en el próximo homenaje que le rendirán a su madre, inaugurando una estatua en su honor, Harry y Guillermo pronunciarán discursos separados. A pesar de ello, esta misma fuente revela al medio que se mantiene el optimismo sobre la relación entre los hijos de Carlos de Inglaterra (72): "Existe, por supuesto, la esperanza de que el recuerdo de Diana pueda reparar su relación, pero eso parece muy lejano ahora mismo".
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