Son ya muchas semanas las que el príncipe Alberto de Mónaco (63 años) lleva separado de su esposa, Charlène (47). Y es que una inesperada enfermedad sobrecogió a la Princesa durante un viaje a Sudáfrica en misión para la conservación de la fauna. La madre de los mellizos Jàcques y Gabriella (6) padece una infección severa de oídos, nariz y garganta de la que está siendo tratada en el país africano y parece que la vuelta al principado no está próxima en el tiempo, según ella misma ha hecho saber.

Para informar sobre su estado, la Princesa ha emitido un comunicado a través de su fundación en el que detallaba que "está siendo sometida a múltiples y complicados procedimientos" tras contraer dicha infección. Además, el documento daba la última hora sobre estos y es que el día 23 de junio Charlène fue sometida a una intervención quirúrgica. Tras este procedimiento médico y por prescripción facultativa a la Princesa no se le recomienda viajar y, por tanto, deberá continuar su recuperación en su país natal donde, según detalla el comunicado, se someterá a "más tratamientos para recuperarse".

El destino ha querido que Charlène haya sido intervenida un día muy celebrado en Mónaco. Y, cumpliendo la tradición y a pesar de las circunstancias, se ha podido ver al príncipe Alberto, junto a los pequeños mellizos acudiendo a las hogueras de San Juan, llamadas en Mónaco batafoegu. Esta ceremonia suele estar acompañada por un acto religioso y diversas actuaciones que alegran la noche. Como suele suceder los hermanos se han convertido en los protagonistas del acto con su espontaneidad y simpatía. Durante la velada ha quedado patente el cariño que se tienen Jacques y Gabriella, que también trasciende, por supuesto, a su padre. Durante esta celebración ha sido imposible no percatarse de la ausencia del único miembro de la familia que no ha podido asistir.

La pareja, durante las celebraciones de Santa Devota. Gtres

Pero, tanto el príncipe de Mónaco como su esposa, tienen claras las prioridades y no han dudado en cómo van a proceder: "Alberto y yo no teníamos otra opción que seguir las instrucciones del equipo médico, a pesar de que resulte difícil". Esta decisión tiene una consecuencia inmediata que ha apenado a la Princesa. Según cuenta ella misma en el comunicado: "Este año será el primero que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo que es difícil y me entristece" Y es que la pareja el próximo 1 de julio celebra una señalada fecha: su décimo año como marido y mujer. 

Sin embargo, a pesar de la distancia, Charlène, ha querido dejar claro a través de su fundación, que siente la cercanía y el apoyo de su familia: "Él [Alberto] está siendo un apoyo increíble", sigue el comunicado y detalla: "Mis conversaciones diarias con Alberto y con los niños me ayudan inmensamente a mantener el ánimo, pero echo de menos estar con ellos. Fue especial que mi familia me visitara en Sudáfrica y fue realmente maravilloso verles. No puedo esperar a reencontrarme con ellos".

Charlène, la noche de Santa Devota, con sus hijos. Gtres

Este problema de salud ha provocado que la Princesa se haya perdido ya otros actos públicos en los que sí hemos visto al hijo del príncipe Rainiero. Uno de los más importantes, el Gran Premio de Fórmula 1, celebrado el pasado 23 de mayo. Y es que la última vez que presenció un acto oficial se remonta al pasado enero, cuando estuvo, junto a su familia en la festividad de Santa Devota. 

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