Harry de Inglaterra (36 años) y su hermano Guillermo (38) continúan protagonizando desacuerdos. Los hermanos están en pie de guerra y todo, lejos de amainarse de cara a la inauguración de la estatua en honor a su madre, Lady Di, se ha recrudecido. Todo hace indicar que su reencuentro en el Sunken Garden del Palacio de Kensington, donde tendrá lugar el homenaje coincidiendo con el que habría sido el 60 cumpleaños de Diana de Gales, será tenso, frío y difícil.
Si bien en el funeral del duque de Edimburgo ya las espadas entre los hermanos estaban en alto -tanto que la reina Isabel II (95) utilizó a Peter Phillips (43) como 'carabina'-, este próximo 1 de julio no promete ser menos beligerante. Ese día del funeral ni hubo reconciliación ni se la esperaba. Según informa el periodista Robert Lacey, autor de Battle Of Brothers, en Daily Mail, Harry y Guillermo protagonizaron una fuerte pelea tras el entierro de Felipe de Edimburgo. Tuvo lugar pocos minutos después de que se captara la imagen de los hermanos juntos y, en apariencia, bien avenidos.
Según esta fuente cercana a los hermanos, "allí estaban, echándose a la garganta del otro tan ferozmente como siempre. La rabia y la ira entre los dos se han vuelto increíblemente profundas. Se han dicho demasiadas cosas duras y hirientes". La guerra está demasiado enconada entre ellos desde que Guillermo desconfiara de su cuñada, Meghan Markle (39), y propiciara así la salida de Harry de la Casa Real. Más allá de esta relación que parece irreconciliable, se ha publicado en las últimas horas que habrá dos notables ausencias en el homenaje a Lady Di.
Si ya de por sí el número de asistentes se ha reducido al máximo como consecuencia de la Covid-19, se suman más bajas. El palacio de Buckingham ha informado que es muy posible que la duquesa de Cambridge no asista. Meghan Markle será otra de las grandes ausentes. La duquesa de Sussex se quedará en Estados Unidos junto a sus hijos, Archie y Lilibet. Si esta parecía la oportunidad perfecta para que la pequeña fuera presentada a la familia, esto no se producirá. Así pues, a los príncipes se les unirá la familia más próxima a Diana de Gales, el comité de estatuas, el escultor Ian Rank-Broadley (69) y el diseñador de jardines Pip Morrison.
Su gran punto de unión
Si hay algo que, pese a las acusaciones y disputas entre ambos, se mantiene es el amor que sienten hacia su madre, Lady Di, y hacia todas sus causas humanitarias. Hace tres años, los hijos de la eterna princesa hacían público, a través de un comunicado, que querían homenajear a su madre y a su labor humanitaria, impulsándola, con una estatua de ella. "Han pasado más de veinte años desde que nuestra madre falleció y, por tanto, es el momento para reconocer el impacto positivo que supuso su figura para el Reino Unido y para el resto del mundo con una estatua permanente", declararon en un comunicado conjunto los entonces príncipes. Asimismo, se decidió, tras pensar posibles ubicaciones, situar la escultura en el jardín del Palacio de Kensington, residencia actual de los duques de Cambridge y sus hijos, y la última residencia oficial de la princesa. Allí, estaría accesible para el público para que todos los admiradores de la princesa pudieran visitarla.
La escultura se encargó, tras múltiples propuestas, a Ian Rank-Broadley. Un reconocido artista que ya ha realizado otros trabajos para la familia real británica como, por ejemplo, la representación de la reina Isabel II en las monedas para el Reino Unido y, también, fue el responsable de crear una moneda homenaje de oro, con motivo del jubileo de diamantes de la Reina en 2012. No obstante, en esta ocasión, Rank-Broadley ha tenido que alterar su confección tras las desavenencias y el descontento de ambos hermanos ante el aspecto que lucía Diana. Esto ha provocado que la fecha del homenaje se vea alterada en varias ocasiones.
Carlos financió a los duques
En otro orden de cosas, hace unos días se publicó una noticia que impactó en Reino Unido. El príncipe Carlos (72) sí financió a los duques de Sussex meses después de que éstos decidiesen apartarse de la monarquía, a principios de 2020. Así lo explican desde Clarence House, residencia oficial del heredero de la corona británica.
Esta ayuda desmiente la afirmación que hizo el príncipe Harry en la entrevista concedida el pasado marzo a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey (67), a quien dijo que su padre le "cortó" los aportes financieros en el primer trimestre de 2020 y que desde entonces vivía con los ahorros que le había dejado su madre. El portavoz de la casa real británica, al ser preguntado por este extremo, respondió: "No reconocería que son dramáticamente diferentes. Todo lo que puedo decirte son los hechos".
Un portavoz de Clarence House afirmó que el príncipe de Gales continuó apoyando con "sumas sustanciales" a los duques de Sussex hasta el verano de 2020, una cantidad que estaba ubicada dentro de la partida de 4,4 millones de libras (5.149.488,21 euros) que el heredero destinó a mantener a sus dos hijos y a la familia. No obstante, la misma fuente aclaró que ahora Harry y Meghan dependen económicamente de sí mismos.
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