La reina Letizia (48 años) está viviendo sus jornadas más tristes. Este martes 27 de julio de 2021 perdió a su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle, a quien estaba muy unida. Aunque no asistió a su despedida ni fueron públicos sus últimos encuentros, la consorte compartía muchos momentos en privado con la veterana locutora que falleció a los 93 años, pocos días antes de que la esposa de Felipe VI (53) comenzara sus vacaciones de verano en Mallorca. Lo que pretendían ser unos días de descanso y disfrute al lado de su familia -sobre todo de la princesa Leonor (15) antes de marcharse a Gales-, ahora estarán marcados por la tristeza, sentimiento con el que ha lidiado la experiodista en otras temporadas estivales. Este, de hecho, será su tercer verano más doloroso.
El primero fue en junio de 2008, cuando murió su abuela materna, Enriqueta Rodríguez, a los 89 años. La madre de Paloma Rocasolano (69) falleció el 23 de junio de aquel año -16 meses después que su nieta Érika Ortiz-, en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde permanecía en cuidados intensivos. El fatídico e inesperado desenlace se produjo un mes antes de que Letizia y Felipe, entonces Príncipes de Asturias, volaran a Mallorca. Aunque el viaje se mantuvo en pie, en ese momento la nuera de los Reyes eméritos canceló sus actos previstos para los días siguientes.
Más allá de ser conocida por su parentesco con Letizia, ni Enriqueta Rodríguez ni su marido, Francisco Rocasolano, mantuvieron una vida mediática como la de Menchu Álvarez del Valle. Sus apariciones públicas fueron contadas y limitadas a los actos familiares. Aunque su nieta entró a la Casa Real, ambos vivieron con discreción hasta el fin de sus días.
Casualmente, Letizia también afrontó la pérdida de su abuelo materno en verano, antes de emprender su tradicional viaje a las Islas Baleares. El patriarca de los Rocasolano perdió la vida el 28 de julio de 2015 en el Hospital Clínico de Salamanca, a los 98 años. El abuelo Paco, como era conocido en su entorno familiar, murió al lado de sus seres queridos, quienes lo acompañaron en sus últimos días tras conocer su delicado estado de salud. Su dolorosa partida hizo que la Reina, quien estaba por empezar sus vacaciones en Mallorca, tuviera que estructurar su agenda. Entonces la consorte canceló el acto que tenía programado para ese día y retrasó su viaje a Palma.
Este año, la historia se ha vuelto a repetir para la reina Letizia. Acaba de fallecer la última abuela que le quedaba -su abuelo paterno, José Luis Ortiz, murió en marzo de 2005- días antes de dejar la Zarzuela y viajar a Mallorca. Sin embargo, de momento no se ha comunicado algún cambio y los planes de los Reyes siguen tal y como estaban estipulados. En los próximos días aterrizarán en Palma junto a sus hijas, para disfrutar del último verano de Leonor antes de que se marche a Gales, donde afrontará su nueva vida como estudiante de Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College.
Desde este lunes, Letizia se encuentra de vacaciones y por ello, a diferencia de ocasiones pasadas, no ha tenido que cancelar su agenda oficial. Sus actos públicos terminaron el domingo 25 de julio en Santiago de Compostela, ciudad en la que se llevó a cabo la tradicional ofrenda nacional en la plaza del Obradoiro.
El próximo sábado 31 de julio llegará al palacio de Marivent, donde, como es tradición, se instalará durante varias jornadas. Un día después asistirá a un acto público, lo que podría significar su primera aparición tras la muerte de Menchu Álvarez. La Reina acudirá a la entrega de los premios Atlàntida Film Festival, un certamen organizado por la plataforma Filmin, del que la mujer de Felipe VI es suscriptora desde hace más de 10 años. Esta será la segunda vez que participe, tras estar presente en el año 2019.
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