El príncipe Alberto II (63 años) se encuentra muy pendiente de los avances de su esposa, Charlene de Mónaco (43), en su enfermedad. Para despejar cualquier duda y tras la dura operación a la que se sometía su mujer este viernes, el príncipe monegasco ha querido emitir un comunicado breve pero muy rotundo.
"La operación ha salido bien. La princesa Charlène está descansando y nuestros pensamientos están con ella". Con estas 16 palabras, Alberto de Mónaco ha explicado cómo se encuentra Charlène después de pasar en quirófano cuatro horas -con anestesia general- a causa de una grave infección de oído, nariz y garganta que contrajo el pasado mes de mayo. Un complicado diagnóstico otorrinolaringológico por el cual desde entonces ha tenido que realizarse diversas intervenciones, la última este viernes -la anterior tuvo lugar el 25 de mayo-.
Cuando cayó enferma, Charlène de Mónaco se encontraba en Sudáfrica, su país natal, en un viaje oficial centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Así lo explicó ella misma en una entrevista con el canal sudafricano News24. La princesa comentó que no se dio cuenta del problema hasta que experimentó un fuerte dolor de oídos que la obligó a visitar a un especialista.
El Palacio monegasco también comunicó este viernes que el príncipe Alberto y sus dos hijos, los mellizos Jaime (6) y Gabriela (6), irán a verla durante su periodo de recuperación. Alberto II y Charlene cumplieron en julio diez años de matrimonio. La princesa, antigua nadadora olímpica, seguía entonces en Sudáfrica convaleciente.
"Este año será el primero que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo que es difícil y me entristece", lamentaba en otro comunicado enviado en junio, según el cual las conversaciones diarias con su familia la estaban ayudando mucho a mantener el ánimo.
Hace unas semanas, la princesa Charlene decidía romper su silencio y concedía una entrevista para la emisora de radio Sudáfrica Radio 702, donde charló con la famosa periodista Mandy Wiener. A ella le confesó el momento previsto en el que, tras prolongados meses, dejará su país de origen: "No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre", señaló la esposa de Alberto de Mónaco.
A pesar del pronóstico de los facultativos, la sudafricana aseguró estar tranquila: "Me siento bien, me siento bien. Este es el período más largo que he estado fuera de Europa y de mis hijos", apuntó, denotando el dolor que le produce cada uno de los días que se encuentra alejada de ellos y cuando los rumores de separación del matrimonio son más fuertes que nunca.
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