El príncipe Harry celebra este miércoles su 37 cumpleaños, una fecha marcada en el calendario de la Corona británica desde que llegó al mundo en 1984. Por segundo año consecutivo lo pasará lejos de la Familia Real, con los que ha vivido momentos de tensión en los últimos meses. Aún así, ni la reina Isabel II (95 años) ni el príncipe Guillermo (39) se han olvidado de su aniversario y lo han felicitado públicamente. Lo han hecho al mismo tiempo y con un frío mensaje en redes sociales. Aunque las publicaciones han sido distintas, ambas dedicatorias han sido breves y distantes.
"Deseando al duque de Sussex un feliz cumpleaños", han escrito en un story colgado en la cuenta oficial de Instagram de la soberana, junto a un combo de tres imágenes en las que se ve al príncipe Harry en diferentes facetas. En una de ellas, incluso, aparece con su mujer, Meghan Markle (40). La publicación ha llamado la atención por su toque juvenil, ya que está decorada con varios gif que hacen alusión a una celebración. En Twitter, la reina Isabel ha replicado el mismo mensaje, pero con un post más serio. Carece de elementos decorativos -a excepción del icono de un globo- y las fotografías se han publicado en una especie de álbum.
Al mismo tiempo que la monarca felicitaba públicamente a su nieto, el príncipe Guillermo y Kate Middleton (39) colgaban una fotografía del duque de Sussex en sus stories de Instagram, con el siguiente mensaje: "Feliz cumpleaños, príncipe Harry".
Ambas felicitaciones han sido muy diferentes a las de hace un año atrás, cuando el esposo de Meghan Markle celebró su 36 cumpleaños. Entonces no hubo stories, pero sí imágenes más emotivas en el feed, acompañadas de un texto más elaborado. Tal y como han hecho a lo largo de este año con otras celebraciones familiares.
Esta vez, sin embargo, no resulta extraño que la Familia Real británica haya querido felicitar al príncipe Harry de forma distante. En los últimos meses, los duques de Sussex han protagonizado varios momentos de tensión con la Corona, que han afectado su relación con Isabel II y con los duques de Cambridge. El conflicto se acentuó cuando la actriz estadounidense y el nieto de la Reina concedieron una polémica entrevista a Oprah Winfrey (67), en la que hicieron algunas revelaciones que enfurecieron a los miembros de La Firma.
Durante la conversación, Meghan Markle aseguró que en su primer embarazo hubo personas de la Familia Real británica que le trasladaron al príncipe Harry sus "preocupaciones" por "el color de piel que tendría Archie (2)", debido a que ella es mestiza y con raíces afroamericanas. Además, en sus palabras, se les dijo que su primogénito no tendría título, aunque le correspondería hasta que el príncipe Carlos (72) asuma el trono. Tampoco la protección del palacio de Buckingham.
Las declaraciones de la protagonista de Suits generaron gran debate dentro de la Corona y obligaron a la reina Isabel a pronunciarse públicamente, a través de un comunicado. "Toda la familia está entristecida al conocer el alcance total de cuán difíciles han sido los últimos años para Harry y Meghan. Las cuestiones planteadas, especialmente la racial, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, estos problemas van a ser tomados muy en serio y la familia se ocupará de ellos en privado. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia", admitió la longeva soberana días después de la polémica entrevista. Por su parte, el príncipe Guillermo, muy enfadado, aseguró que los Windsor no son "una familia racista".
A raíz de esta entrevista se han generado otra serie de acontecimientos que han mantenido enfrentados a los duques de Sussex y a la Familia Real británica. El más reciente, la actualización de Finding Freedom: Harry, Meghan and the Making of a Modern Royal Family, la biografía de la pareja que acusa a la reina Isabel II de no haber hecho lo suficiente para hacer frente al racismo dentro de la Corona.
Ante esta última información, fuentes cercanas a la realeza informaron a The Sun que "la Reina y la Familia Real dejarán de recibir presiones", ya que ni Isabel II ni los demás miembros activos de Casa Real "no tolerarán más los repetidos ataques" por parte de los duques de Sussex. La monarca se ha cansado de las reiteradas declaraciones de su nieto y Meghan Markle, por lo que podría estar preparando una batalla legal en su contra. De acuerdo con el medio británico, Su Majestad pidió a los funcionarios de Palacio contactar con abogados expertos en difamación que la ayuden a hacer frente a esta 'guerra' familiar que parece no tener fin. Se desconoce, sin embargo, si esta idea ha prosperado. Mientras tanto, Harry y Meghan buscan un acercamiento.
Hace 10 días los medios locales informaron que los duques de Sussex han pedido una reunión con la monarca y esperan presentarle a su hija, Lilibet Diana, quien llegó al mundo el pasado 4 de junio. Pero, de acuerdo con la noticia que manejaba The Sun, Meghan y Harry no han acordado la fecha. No obstante, sí han manifestado sus intenciones a los asistentes de Isabel II, quienes se quedaron sorprendidos con su mensaje. "Han hecho este planteamiento, pero muchos están impactados por su descaro. Es posible que realmente quieran ver a la Reina, pero es impresionante, teniendo en cuenta todo lo que le han hecho pasar este año", comentó una fuente al mencionado periódico.
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