Ya está todo listo para el gran día. La catedral de Palermo, Sicilia, espera, a la una de la tarde, a los novios, el príncipe Jaime de Borbón-Dos Sicilias Landaluce, duque de Noto y a su futura esposa, la británica Charlotte Lindesay-Bethune. La pareja se dará el 'sí, quiero' ante más de 800 invitados entre los que se esperaba a los Reyes de España, así como a los eméritos, Juan Carlos (83) y Sofía (82), y las infantas Elena (57) y Cristina (56). Nuestra Familia Real tendría buenas razones para acudir al enlace, ya que el padre del actual monarca es primo hermano del abuelo del novio, el infante don Carlos, fallecido en 2015. Pero no son solo lazos de sangre, entre ellos siempre ha existido una fuerte amistad, criándose prácticamente juntos los Borbón y Grecia con los Calabria.
Sin embargo, Felipe (53) y Letizia (49) han declinado la invitación, lo mismo que Juan Carlos, que sigue en su exilio forzado de Abu Dabi desde el 3 de agosto del año pasado. No le convendría a nadie que el emérito lo abandonara para asistir a un festejo de estas características. Las que parece que si van a acudir van a ser la reina Sofía y sus dos hijas, aunque se desconoce si la primera lo hará acompañada por su marido, Iñaki Urdangarin (53), que legalmente ya lo tendría permitido.
Va a ser una boda por todo lo alto. Tras la ceremonia religiosa, los recién casados y sus invitados se trasladarán al palacio de los Normandos, antiguo palacio real, que fue hogar de los antiguos monarcas borbones de las Dos Sicilias, y dónde tendrá lugar el banquete.
Pero si el novio es de buena cuna, la novia tampoco se queda atrás. Charlotte pertenece a la aristocracia inglesa, ya que es hija del conde de Lindesay, político y miembro de la Cámara de los lores.
La pareja, ambos de la misma edad, 28 años, se conocieron en Londres, donde residen. Los dos se dedican a las finanzas. Mientras Jaime, licenciado en Derecho y máster en Administración de empresas por el IE, es director de un fondo de capital de riesgo llamado Plug and Play, la que mañana se convertirá en su esposa, trabaja en el Citibank.
Los que conocen al duque de Noto hablan de él como una persona discreta, religiosa y muy responsable. Se trata del mayor de los siete hermanos, sacándose una buena diferencia de edad con el segundo, Juan, de 18 años y con la pequeña, María que tiene solo 6.
Este salto en la descendencia de los hijos de Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Sofía Landaluce Melgarejo, es debido al complicado noviazgo que mantuvieron. El anterior duque de Calabria, primo de Juan Carlos, no aceptaba a la novia de su hijo por no ser de sangre real, a pesar de ser biznieta del duque de San Fernando de Quiroga. Para Carlos se trataba de un matrimonio desigual que amenazaba la condición de su primogénito como jefe de la Casa Dos Sicilias, dado el enfrentamiento dinástico que mantienen desde la década de los 60 con la rama del duque de Castro. Disputa que quedó clara en la boda de los actuales Reyes de España, en 2004, cuando ambos coincidieron y casi terminan con las manos.
Ni siquiera el nacimiento de Jaime, que nació en junio de 1993, logró ablandar la posición de su abuelo a la boda, que se mantuvo firme hasta siete años después, cuando por fin se reconcilió con su hijo y permitió la boda en marzo de 2001 en el Club Puerta de Hierro, de Madrid. Fue fundamental el papel de mediador de Juan Carlos para conseguir que Carlos admitiera a la persona con la que su hijo había decidido casarse, y con la que ha llegado a tener siete hijos. A aquel enlace acudió la Familia Real al completo, incluyendo a Felipe, que es íntimo amigo de Pedro.
Sin embargo, parece que en la cita de este sábado, el Rey no estará presente y que no está entre sus planes viajar hasta Sicilia para acudir al enlace. Lo hará su madre, Sofía, en su representación.
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