Una nueva joya ha entrado en el joyero de Letizia (49 años). Tras varias semanas reciclando algunos de sus looks favoritos para cumplir con la agenda institucional del inicio de curso, la Reina sorprendió este pasado miércoles al acudir a la sede madrileña de la Asociación Española Contra el Cáncer con un estilismo de estreno que completó con pendientes nuevos.
La esposa de Felipe VI (53) ha sumado a su joyero personal unas piezas firmadas por la prestigiosa Joyería Suárez. Se trata de una de las empresas españolas más importantes del sector a nivel mundial, con más de 75 años de experiencia y una consolidada imagen y reconocimiento dentro del mundo del lujo. Por lo que la elección de la Reina es todo un guiño a la marca España y a la labor de la familia Suárez que continúa al mando de la joyería.
Letizia lució, en concreto, los pendientes de Idalia, creados en oro rosa de 18 quilates engastado con diamantes talla brillante con un total de 0,23 quilates. El par de piezas puede adquirirse en cualquier establecimiento físico de la firma o a través de su tienda online. Actualmente, el precio de los pendientes es de 1.210 euros para Europa -aunque en la versión internacional de la página se presenta por 1.000 euros exactos-.
El estreno de esta joya ha supuesto una nube de comentarios sobre la procedencia de la misma. Algunas voces apuntan a que podría ser un regalo del Rey, dada la cercanía del cumpleaños de Letizia, pues fue el pasado 15 de septiembre. Y es que no sería la primera vez que el hijo de Juan Carlos I (83) y la reina Sofía (82) recurre a la Joyería Suárez para sorprender a su esposa con una bella pieza de diseño.
En 2003, el entonces príncipe Felipe de Borbón también se decantó por una de las más brillantes creaciones de la empresa española. Para su compromiso con la periodista quería escoger un anillo de pedida que reflejara la importancia del momento y la nueva era de la monarquía. Fue la primera pieza que entraba en el aún vacío joyero privado de Letizia de cara a su nueva vida.
La prometida del príncipe de Asturias presumió ante los medios de su anillo con diamantes talla baguette y oro blanco, valorado en más de 3.000 euros. Sin embargo, esa joya pasó de ser sinónimo de felicidad a estar prohibida y desaparecer del dedo de Letizia.
Fue ocho años después de su compromiso matrimonial, ya en el año 2011, cuando la actual Reina prescindió de la joya de forma definitiva. Todo surgió a raíz de que se conocieran los polémicos detalles que envolvían la compra de aquella majestuosa pieza. En el libro Urdangarin. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos, escrito por los periodistas Esteban Urreiztieta y Eduardo Inda, se destapó la trama en boca de Diego Torres, exsocio del marido de la infanta Cristina (56): "Fue muy sencillo. El Príncipe eligió el anillo de pedida por catálogo en Suárez y luego encargó a su cuñado que fuera a recogerlo a la sucursal de la joyería en el Paseo de Gracia de Barcelona. Iñaki me pidió que le acompañara y yo le dije que lo pagáramos con la tarjeta de Nóos. A él le pareció bien y así lo hicimos. El resguardo de la Visa lo guardé yo. Y luego Iñaki no se lo quiso cobrar al Príncipe".
En aquel momento, ni Casa Real ni la Joyería Suárez corroboraron la escandalosa información, aunque tampoco desmintieron la noticia ni hicieron ningún tipo de declaración al respecto. La realidad es que desde entonces, el anillo -que debería ser uno de los más preciados para cualquier mujer debido a que representa el símbolo de unión con su marido- no ha vuelto a verse en el dedo de Letizia.
Sin embargo, con este nuevo estreno joyero en pleno 2021, la Reina muestra su apoyo fiel a la veterana firma de Emiliano Suárez Faffián y deja atrás cualquier polémico recuerdo del pasado.
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