El emir de Dubái, Mohammed bin Rashid Al Maktoum (72 años), autorizó la instalación de un programa espía en los teléfonos móviles de su exmujer, la princesa Haya de Jordania (47), y del equipo de abogados que la defendieron durante la batalla legal por la custodia de sus hijos, tal y como ha dictaminado este pasado miércoles el Tribunal Superior de Londres.
Así, Al Maktoum dio su "autorización expresa o implícita" para utilizar un software, denominado Pegasus, en el móvil de la princesa Haya Bint Al Hussein, su sexta esposa, tal y como han sentenciado los jueces. El sistema Pegasus es un programa espía que es capaz de leer mensajes de texto, rastrear llamadas, recopilar contraseñas, rastrear la ubicación del teléfono y recopilar información de las aplicaciones.
El también primer ministro y vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos (EAU), que anteriormente fue hallado culpable de una "campaña de miedo e intimidación" contra su exmujer, autorizó asimismo la instalación del programa en teléfonos de los abogados de la princesa, su asistente personal y dos miembros de su equipo de seguridad.
Durante el proceso judicial se reveló que el equipo legal de Al Hussein descubrió en agosto de 2020 el espionaje con el software que la firma NSO Group distribuye a Gobiernos. El año pasado, otro tribunal británico dictaminó asimismo que el emir "ordenó y orquestó" el secuestro y el retorno obligado a Dubái de dos de sus hijas, entre el año 2000 y 2018.
En un comunicado emitido tras conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Londres, Al Maktoum subrayó que no reconoce las conclusiones a las que han llegado los magistrados. "Como jefe de Gobierno involucrado en un procedimiento familiar privado no era apropiado para mí ofrecer testimonio sobre estos asuntos tan sensibles, ya fuera de manera personal o bien a través de mis asesores, en un tribunal extranjero", afirmó el emir.
"Ni el Emirato de Dubái ni los Emiratos Árabes Unidos son parte de estos procedimientos ni han participado en las vistas. Las conclusiones se basan de manera inevitable, por lo tanto, en una imagen incompleta" de lo sucedido, recalcó. Sea como fuere, para la prensa británica estas nuevas revelaciones podrían colocar en una situación un tanto incómoda a Isabel II (95). La soberana inglesa mantiene una relación de amistad con el emir derivada de su afición a la hípica.
Tras pedir asilo político, y para evitar su extradición, el hermanastro de Haya, el rey Abdalá II de Jordania (59), le ofreció el puesto de jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en el Reino Unido. Tras muchas inseguridades, en febrero de 2020, el Alto Tribunal de Londres dio la razón a la princesa, obtuvo el divorcio y sigue viviendo en la capital británica en una inexpugnable mansión de 95 millones de euros a poca distancia del palacio de Kensington.
Para limpiar la imagen tan dañada que tiene en la actualidad, la pandemia del coronavirus le vino como anillo al dedo a Al Maktum. Consciente de su añeja amistad con Isabel II, y de las penalidades que sufrió y está sufriendo la sociedad, el emir donó 60 toneladas de material quirúrgico y de protección al sistema de salud británico, entre las que destacaban batas especiales, máscaras, y diferentes objetos para proteger a sanitarios y pacientes. Tal y como se confirmaba entonces, la única intención del sátrapa de Oriente Medio fue la de ofrecer "un signo de amistad para este país con el que tiene conexiones profundas y duraderas".
El jeque, ante los tribunales
En 2019, las tensiones entre la familia del emir llegaron hasta los tribunales británicos, cuando la princesa Haya Bint Al Husein de Jordania, sexta esposa del millonario mandatario, viajó al Reino Unido y pidió protección para ella y dos de sus hijos. En ese proceso, el Tribunal Superior de Inglaterra consideró probado, entre otros hechos, que el jeque "ordenó y orquestó el retorno obligado de su hija Latifa a la casa familiar en Dubái" en dos ocasiones, junio de 2002 y febrero de 2018.
"En 2002 el retorno se produjo desde la frontera de Dubái con Omán, mientras que en 2018 se hizo con un comando armado en el mar cerca de la costa de la India", describe la sentencia. El juez también resalta que en agosto de 2000 el emir organizó el "secuestro" de su hija Shamsa para llevarla desde el Reino Unido a Dubái. Según los medios británicos, el mandatario ha estado casado con seis mujeres y ha tenido al menos 30 vástagos. Este 2021, Latifa denunció en una serie de vídeos divulgados por la cadena británica BBC que permaneció retenida como "rehén" en una villa tras haber intentado huir del país en 2018, y que temía por su vida.
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