La reina Isabel II (95 años) ha hecho saltar las alarmas. Tras cancelar un viaje previsto para el miércoles 20 de octubre a Irlanda del Norte por recomendación médica, el Palacio de Buckingham informó que la monarca pasó esa noche en el hospital para someterse a "exámenes preliminares", una noticia que ha preocupado al mundo entero y que podría modificar la agenda de Su Majestad.
Los asesores principales del Palacio de Buckingham, tal y como ha informado el Daily Mail, están trabajando en una estrategia para gestionar la carga de trabajo de Isabel II. De acuerdo con el periódico británico, en las últimas horas Sir Edward Young, secretario privado de la Reina, ha formado parte de ciertos debates en los que se le ha pedido modificar la agenda de la monarca y eliminarle actos que no son fundamentales en su rol como Jefa de Estado.
Según la información que maneja el mencionado medio, los funcionarios vinculados a la Corona están elaborando una lista de eventos prioritarios que Isabel II atenderá en los próximos 12 meses. Entre ellos, el Jubileo de Platino previsto para junio de 2022, donde se celebrarán los 70 años de su reinado. En algunos de sus venideros compromisos, también se prevé que la monarca esté acompaña por otros miembros de la Familia Real, como sus hijos o nieto.
Su asistencia a la cumbre de la ONU sobre el cambio climático que tendrá lugar en Glasgow el 1 de noviembre, todavía forma parte de su agenda. La decisión final, tal y como ha informado el Daily Mail, se tomará a finales de la próxima semana.
"Tienen que encontrar algún tipo de equilibrio. El acelerado ritmo que mantuvo durante el transcurso de un mes, tal vez haya sido demasiado", ha comentado Sally Bedell Smith, una de las biógrafas de la Reina, quien desde que dejó Balmoral el pasado 1 de octubre ha celebrado 13 audiencias distintas y ha asistido a siete eventos importantes. Además, tiene una larga lista de reuniones privadas y a diario se lee documentos gubernamentales que se le entregan en cajas rojas.
Ingrid Seward, otra de las biógrafas reales ha instado al príncipe Carlos (72) a asumir la responsabilidad de garantizar que la Reina no trabaje en exceso. En su opinión "pueden dividir los deberes entre otros miembros de la familia, pero el heredero tiene que tomar una posición y decirle a su madre: 'Ya es suficiente'".
Señales alarmantes
Desde que el pasado 12 de octubre sorprendiera al mundo por llevar bastón en un acto religioso en la abadía de Westminster (Londres) en conmemoración del centenario de la organización benéfica de las Fuerzas Armadas 'Royal British Legion', Isabel II ha generado gran preocupación dentro y fuera de Reino Unido. Aunque en su momento la Corona aclaró que utilizó este artilugio "para su comodidad", lo cierto es que se han dado otras señales que han hecho saltar las alarmas.
Tan solo días después de aparecer con bastón se hizo público que los médicos "aconsejaron" a la monarca que deje de beber alcohol de forma diaria, excepto en ocasiones muy especiales, según comentó un amigo cercano de la Familia Real a la revista Vanity Fair. El objetivo es que la reina Isabel llegue en la mejor condición física a junio de 2022, momento en el que asumirá la carga emocional y física de varios actos con motivo de la celebración del Jubileo de Platino.
Poco después de desvelarse esta medida se dio a conocer que la soberana recibió el consejo médico de resposar durante unos días, motivo por el que canceló su último viaje programado para el pasado 20 de octubre, la misma fecha en la que ingresó en el hospital durante una noche para someterse a "exámenes preliminares". Ambas informaciones se han manejado con absoluta discreción y son pocos los detalles públicos que se han ofrecido al respecto. Una actitud que han reprochado muchos expertos en la realeza británica, que ahora reclaman nuevos cambios en la agenda de trabajo de Isabel II.
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