Tras la entrevista de Meghan Markle (40 años) y el príncipe Harry (37) con Oprah Winfrey (67), en la que desvelaron que su hijo Archie (1) fue víctima de racismo antes de su nacimiento, la prensa británica se preocupó durante meses en buscar al racista de Buckingham. Al mismo tiempo que descartaron a la reina Isabel II (95) y al duque de Edimburgo, algunos medios pusieron de manifiesto los nombres de posibles sospechosos. Uno de ellos, el príncipe Carlos de Gales (72), cuya larga lista de actitudes reprochables podría confirmar que él es el responsable de estas acusaciones.
No obstante, nadie dio en su momento un paso al frente y, más allá de colocarlo como sospechoso, aquella etiqueta se diluyó en el tiempo. Hasta ahora. La publicación de un libro vuelve a poner en jaque al padre de Harry. El periodista Christopher Andersen sostiene en el libro Brothers and Wives que fue el príncipe Carlos quien se interesó por la "complexión" que tendrían los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle, cuya madre es afroamericana.
Este periodista, para sostener su teoría, cita a una fuente de la casa real británica. Sin embargo, pese a su contundencia en las últimas horas un representante del príncipe Carlos ha declarado que ese libro "es ficción" y que, por tanto, "no merece más comentarios" desde Clarence House, la oficina del príncipe. Por su parte, Andersen asegura Brothers and Wives que fue la mañana del 27 de noviembre de 2017, justo cuando se anunció a bombo y platillo el compromiso de Harry con Meghan, cuando el príncipe Carlos le dijo a su esposa, la duquesa de Cornualles (74), lo que sigue: "Me pregunto cómo serán sus hijos".
Se apostilla en la publicación que Camilla, ante las palabras de su esposo, quedó "un tanto sorprendida" y le contestó, por toda respuesta, que estaba segura de que "serían preciosos". El hijo de Isabel II matizó sus palabras, incidiendo en su "complexión": "Me refiero a qué complexión tendrán". Siempre según la versión de Andersen, el problema al que se enfrentó el príncipe Carlos fue la "distorsión" que hicieron de sus palabras algunos cortesanos. De este modo, cuando el comentario llegó a oídos de los duques de Sussex sonó especialmente malsonante y racistas.
Cuando Harry de Inglaterra pidió explicaciones a su progenitor, este despachó la discusión asegurando que Harry y Meghan "se mostraban demasiado sensibles" con el tema. El periodista Christopher Andersen, además, afirma que el príncipe Guillermo (39) apoyó a pies juntillas a su padre, dejando claro que, si bien este no había tenido mucho tacto, su pregunta no destilaba racismo.
En opinión de este profesional del periodismo, aquella no fue la primera vez que los duques de Sussex tomaron distancia de Buckingham. Sin ir más lejos, en diciembre de 2019 se molestaron sobremanera con una decisión que tomó la reina Isabel II. Por entonces, la monarca pidió que el servicio quitara una fotografía de Harry, Meghan y Archie de la mesa de su despacho desde la que grabó su mensaje de Navidad. "Supongo que esa no la necesitamos", asegura Andersen que argumentó Isabel II. Con aquella decisión, Guillermo quedó "horrorizado" y ya profetizó que ninguna gracia le haría a su hermano. En enero de 2020, solo días después, Harry y Meghan decidieron anunciar su salida de la familia real británica.
Los otros escándalos de Carlos
Entre las conductas reprochables del príncipe Carlos destaca el comportamiento que mantuvo hace tres décadas con el menor de sus hijos. Los hechos se remontan a septiembre de 1984, cuando Diana de Gales dio a luz al príncipe Harry. Entonces, el príncipe Carlos, que ya se había mostrado decepcionado por haber tenido un varón, hizo un comentario que dolió profundamente a la que fuera princesa: "Y encima pelirrojo". Según contó ella misma en una entrevista realizada a comienzos de los 90, el primogénito de Isabel II estaba molesto porque el duque de Sussex había heredado este rasgo de los Spencer. Pero cuestionar los genes de Harry no es la única actitud que pone al heredero en la lista de sospechosos. En los últimos años ha trascendido que el Príncipe era el artífice de chistes racistas dentro de Highgrove, la residencia en la que vive con Camilla Parker.
De acuerdo con la denuncia de una de sus exsecretarias, Carlos no aceptaba que hubiese gente de color trabajando para él. En 2018, un hecho similar lo puso en el foco mediático cuando le preguntó a una periodista, cuya ascendencia era de Guyana, por su lugar de procedencia. Aunque ella afirmó ser de "Manchester", él aseguró: "No pareces de Manchester".
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