Durante las próximas dos semanas la agenda institucional de Isabel II (95 años) estará vacía debido a que sus doctores la han aconsejado que descanse en la tranquilidad de su residencia de Windsor tras los exámenes médicos que se realizó el pasado 20 de octubre. La Reina ingresó aquel día en el hospital privado King Edward VII para sorpresa de la ciudadanía y la prensa británica, sin embargo, días después el propio palacio de Buckingham se apresuró en aclarar que la soberana se "encuentra con buen ánimo" y que la decisión de cancelar sus compromisos reales se debe a una "preocupación sensata" por parte de los facultativos que cuidan de su salud.
Ante esta situación que impide a la soberana a acudir a los actos que requieren su presencia como jefa de Estado, deberá cubrirse su ausencia con otros miembros de la realeza.
Tal y como queda expresado en las reglas consagradas en la ley y se encuentran redactadas en la página web oficial de la Familia Real, son cuatro los miembros de la saga de Isabel ll los que tienen actualmente el derecho como 'Consejeros de Estado' para tomar el relevo de la Reina en caso de que esta no pueda cumplir con sus deberes, ya sea por hallarse en el extranjero o por problemas de salud.
Los nombres que hay en esa exclusiva lista son el del príncipe Carlos (72), el príncipe Guillermo (39), el príncipe Andrés (61) y el príncipe Harry (37), elegidos porque son los cuatro siguientes en la línea de sucesión al trono y mayores de 18 años. Sin embargo, los dos últimos no son miembros activos de la Casa Real, por lo que no podrán tenerse en cuenta. Y es que el príncipe Andrés está luchando contra las demandas por acoso sexual presentadas en Estados Unidos y por su parte, el príncipe Harry dejó sus deberes oficiales tras el denominado Megxit y ahora vive en Los Ángeles junto a su esposa y sus dos hijos.
Debido a la reducida lista de posibles sustitutos de la Reina, en estos instantes, los asistentes palaciegos están redactando un plan para que Camila Parker-Bowles (74), duquesa de Cornualles, asuma un papel significativamente más importante que ha realizado hasta ahora. La excepcionalidad que produce el estado de salud actual de Isabel II, hace que los cortesanos se replanteen la situación, y según fuentes de palacio a las que ha tenido acceso Daily Mail, es posible que la esposa del príncipe Carlos pueda ser nombrada miembro del grupo de élite real de alto nivel que pueda llevar a cabo deberes en nombre de la mismísima Reina.
El entorno directo de Buckingham desliza al citado diario británico que se le está pidiendo a Camila que ayude a manejar los actos públicos y la carga de trabajo en la ausencia de la soberana. Esta petición llega después de que Parker-Bowles fuera ampliamente elogiada por su reivindicativo discurso de la semana pasada en el que pidió acciones rotundas y urgentes para abordar la violencia sexual contra las mujeres. Su marido, de hecho, se encuentra ya en la cumbre del G20 en Roma en representación de la jefatura de Estado de Reino Unido.
De momento, Isabel II sigue recibiendo sus cajas rojas diarias que guardan documentos gubernamentales, pero muchos expertos constitucionalistas ya están expresando su preocupación por el estado de la monarca y por si puede seguir asumiendo su rol como líder del país.
La importante decisión de elegir quién sustituirá a Su Majestad en los actos de los próximos 15 días ha inquietado a los sectores más críticos con la monarquía y ha hecho tambalear los sólidos cimientos de la institución real respecto a su poder en la sociedad.
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