2021 no ha sido un año fácil para la princesa Charlène de Mónaco (43 años). La maltrecha salud de la mujer del príncipe Alberto (63) comenzó a copar todos los titulares de los medios internacionales a principios de año, cuando se trasladó a Sudáfrica, su país natal, y sufrió una grave infección de oídos, nariz y garganta que contrajo tras someterse a una a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo. Aquel revés de salud la mantuvo largos meses alejada de su familia, de sus hijos y de Mónaco.
Muchos fueron los rumores que circularon entonces. El principal, una supuesta separación matrimonial con Alberto. Nada de aquello se confirmó. Finalmente, la princesa retornó a Mónaco a principios de noviembre, pero no a palacio. Pronto se informó que se retiraba temporalmente de la vida pública y que ingresaba en una clínica privada de Europa para tratarse su agotamiento mental y físico. "Está mejor, pero todavía necesita descanso y paz. Hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un periodo de descanso y seguimiento", añadió su marido.
Ahora se conocen nuevos detalles de cómo es el día a día de la princesa en este exclusivo centro, situado en los Alpes Suizos. Más allá del férreo apoyo de su familia e hijos, se ha hecho público que existe otra persona que está siendo un importante bastón para Charlène en estos momentos aciagos. Distintos medios europeos informan de la gran relación que existe entre la princesa y Vladislav Doronin (59), un billonario ruso que se dio a conocer, además, en el papel couché por su historia de amor, tórrida y convulsa, con la modelo Naomi Campbell (51).
Doronin y Charlène son buenos amigos y en este tiempo se han tratado y visto, siempre según la versión de estos citados medios. Tan fuerte es el vínculo que, al parecer, los une que Vladislav ha visitado a la exnadadora en la clínica donde está ingresada. Otros medios de información, en cambio, apuntan a que el billonario ruso no es solo un buen amigo y que habría sido el motivo de la crisis matrimonial de Charlène y Alberto, extremo que se ha encargado de desmentir este último en varias ocasiones.
Sea como fuere, el único testimonio gráfico que existe de la relación entre Charlène y Vladislav data del año 2011, cuando posaron juntos en una gala benéfica a favor de la lucha contra el sida que se organiza durante el Festival de Cannes. Como apunte, cabe recordar que Vladislav Doronin y Naomi mantuvieron una relación sentimental entre 2008 y 2013. Una historia que acabó en guerra y en contenciosos en los tribunales. El magnate demandó a la maniquí y la acusó de apropiarse de grandes cantidades de dinero que no le pertenecían.
Así es la clínica de Charlène
La mujer de Alberto II estaría en la cercana Suiza, concretamente en una clínica privada ubicada en los Alpes Suizos, según desvela el alemán Bild. Se trata de un centro de lujo que destaca por su privacidad absoluta con respecto a los pacientes, pues solo atienden a un cliente a la vez, y que ofrece una amplia gama de tratamientos para superar enfermedades como adicciones, trastornos alimenticios y trastornos mentales como depresión o ansiedad, entre otros.
Una información que el medio francés BirdsDaily centra aún, pues afirma que se trata del centro Paracelsus Recovery, conocido por ser "la clínica para adicciones y salud mental más individualizada y discreta del mundo". Entre sus muchos tratamientos se encuentran, por ejemplo, el Executive detox de 7 días, que cuesta 95.000 euros o el Programa de tratamiento residencial de 4 semanas, el más completo del catálogo, con un coste de algo más de 305.000 euros al mes.
Un precio elevado que garantiza un trato único y en el que se incluye alojamiento en una residencia privada de lujo, varias terapias al día, un terapeuta de guardia disponible las 24 horas y un servicio totalmente a medida. "No sufre ninguna enfermedad grave o incurable, no es tampoco un problema de pareja. Nuestra pareja no está para nada en peligro, quiero ser claro sobre esto. Se trata de las consecuencias de todas las operaciones que ha sufrido en los últimos meses", indicó Alberto.
Y añadió: "Decidimos juntos, con nuestra familia cercana, que lo mejor era que pudiera descansar tranquilamente, fuera de Mónaco, en el extranjero, por razones evidentes de discreción y comodidad. Es necesario que todo el mundo lo entienda. Lo digo amablemente: Dejadla tranquila. Dejadnos tranquilos un tiempo".
[Más información: Así es la discreta clínica de lujo en la que está ingresada Charlène de Mónaco en Suiza]