La princesa Leonor (16 años) ya ha superado su primer trimestre en Gales. Desde que volara a Reino Unido el pasado 30 de agosto, la hija mayor de los reyes Felipe VI (53) y Letizia (49) ha vivido 102 días en el majestuoso castillo Saint Donat's donde se ubica el exclusivo colegio UWC Atlantic. Su regreso a España por Navidad se producía de forma discreta el 10 de diciembre y solo seis días después Casa Real hacía público su tradicional christmas en el que los cuatro miembros de la familia real vuelven a ser los protagonistas de la postal.
La Princesa y la infanta Sofía (14) destacan en la imagen no solo porque sus padres les han cedido el primer plano, sino también por lo mucho que han cambiado físicamente, como ocurre con cualquier adolescente-, una transformación que ha quedado oculta tras la mascarilla estos casi dos años de pandemia. Pero su evolución también ha sido en el lado más interno y personal. De hecho, gracias a la escritura y las firmas dispuestas tras la felicitación se puede abstraer información muy relevante sobre la parte más oculta de los royals. Y entre las rúbricas que han mostrado este año destaca la de Leonor de Borbón, cuya nueva etapa vital fuera de casa y su consecuente madurez quedan reflejadas en su caligrafía, que es sutilmente diferente a la de hace justo un año.
La letra revela muchos aspectos inherentes de la persona en cada trazo, y Macarena Arnás, grafóloga, perito, escritora y coach ha descubierto en la rúbrica de la Princesa de Asturias de este 2021 algunos detalles que no estaban presentes en 2020. Así se lo hace saber a EL ESPAÑOL: "No hay muchas alteraciones, pero sí hay ciertos cambios y rasgos nuevos que nos aportan nueva información sobre la transformación vital de la propia Princesa", relata en un primer vistazo.
"En la firma del 2020, se muestra un trazo curvo con letras ligadas, tal y como ocurre en el 2021, pero en la del año pasado finalizaba con un punto, cosa que en la actual rúbrica no ha realizado. Esto indicaría que hay menos represión de las emociones, controla menos, observa menos, y se deja llevar más por la emoción", explica Arnás sobre la renovada rúbrica de la Princesa y su significado.
"También me llama la atención, aunque es muy habitual en la escritura de los monarcas, que ejecuta primero la inicial, la 'L', y luego continúa con el resto del nombre. Esto indicaría que es una persona que necesita orden, que necesita planificarlo todo", puntualiza la experta.
Y añade: "El escrito en el que indica su título de Princesa de Asturias observo que el tamaño aumenta un poco más en el año 2021 y además la barra de la letra 'T' está este año un poquito más alta, esto indicaría que ha ganado extroversión en este año, tiene menos control emocional, aún así es una joven muy sensible, con cierta reserva. Y el citado cambio en la barra de la 'T' indicaría que de algún modo va imponiendo su propio criterio".
La grafóloga se sorprende con un aspecto de la escritura de Leonor: "Para la edad que tiene, posee una letra un tanto infantil, tiene una escritura muy caligráfica, esto habla de una persona que le gusta seguir las normas, continuar con lo que le han inculcado, porque sigue con la cultura gráfica, no rompe con el esquema -porque, por ejempo, su hermana, la infanta Sofía, sí rompe un poco más con lo establecido-. Esto indicaría que es una joven muy sensible, muy reservada, con necesidad de planifica, organizar, y por tanto, muy ordenada".
La experta detalla que la caligrafía de la heredera al trono español refleja también que es "autoexigente". Sin embargo, la mayor diferencia que desgrana entre 2020 y 2021 es que "ha ganado extroversión, que es menos reservada, que se está quitando ciertos miedos, y que no se fija tanto en los detalles y se deja llevar más por el momento, sin dejar de apuntar que es una joven que tiende a la reserva más que al impulso, pero es verdad que esa reserva se va perdiendo".
Ante este análisis se desprende que la nueva etapa de la princesa Leonor en Gales, a 1.800 kilómetros de su palacio natal, ha tenido consecuencias evidentes en la formación de su personalidad. La futurible Reina estudia en el prestigioso colegio UWC Atlantic en el que se hace especial hincapié en el intercambio cultural, en la solidaridad y los valores de comunidad, unos aspectos que han hecho que la primogénita de los Reyes de España se abra al mundo y se muestre más espontánea y extrovertida que nunca.
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