Este lunes 24 de enero de 2022, la infanta Cristina (56 años) e Iñaki Urdangarin (54) han decidido "de común acuerdo, interrumpir su relación matrimonial", después de que la pasada semana se conociera el vínculo del exduque de Palma con otra mujer. De este modo, ambos han emitido en un comunicado en el que subrayan que el compromiso con sus cuatro hijos "permanece intacto".
Los exduques de Palma, quienes se casaron el 4 de octubre de 1997 en Barcelona, no dan más detalles sobre los términos de su separación, propiciada por las fotografías publicadas el pasado miércoles en las que se veía a Urdangarin paseando de la mano con Ainhoa Armentia (43), compañera de trabajo en un bufete de Vitoria.
Desde la publicación de las fotografías, han sido varias las ocasiones en que tanto Iñaki y Ainhoa, como uno de los hijos de los exduques de Palma, Pablo Nicolás (21), han aparecido ante los medios, concediendo declaraciones. No obstante, la única que hasta la fecha no ha sido inmortalizada ha sido la propia Infanta. Nadie conocía su paradero desde la semana pasada.
A pesar de que se ha convertido en uno de los personajes más buscados del momento, y numerosos medios de comunicación se han desplazado hasta Ginebra para conocer la reacción de la hermana de Felipe VI (53) a esta presumible 'traición' por parte de su marido desde hace 24 años, nadie ha conseguido dar con Cristina de Borbón.
Hasta ahora. La periodista Mari Ángel Alcázar ha revelado dónde se ha 'refugiado' la exduquesa de Palma la última semana, a la espera de decidir qué hacía con su matrimonio. Minutos antes de anunciar a través de un comunicado remitido a la agencia Efe su separación de Iñaki Urdangarin, se ha informado en El programa de Ana Rosa que Cristina tomó probablemente esa decisión en Zarzuela, donde permaneció desde el pasado martes 18 de enero hasta el viernes 21, consiguiendo que su estancia en el Palacio no trascendiese públicamente.
Tal y como ha contado la colaboradora, la hija del rey Juan Carlos (84) viajó a Madrid procedente de Ginebra en vuelo regular el pasado martes, una vez fue informada de la publicación un día después de las imágenes de su marido con otra mujer. Y en el ala del palacio de la Zarzuela donde reside la reina emérita Sofía (83) estuvo Cristina hasta el viernes.
Unos días que aprovechó para hablar con su madre -y no se sabe si con su hermano, el rey Felipe- y meditar acerca de los pasos a dar tras la 'pillada' de Urdangarin en actitud cariñosa con una compañera de trabajo con la que habría estrechado su relación en los últimos meses.
Tras recibir el apoyo y el consuelo de su madre Sofía, Cristina abandonaba el Palacio de la Zarzuela el pasado viernes y, por el momento, se desconoce si regresó a su domicilio en Ginebra o si, tal y como era su deseo y su intención, viajó a Abu Dabi para reencontrarse con su padre y consultar con éste los pasos a dar.
Su comunicado
Era este lunes 24 cuando la Infanta e Iñaki tomaban la palabra en forma de comunicado: "De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin".
El matrimonio Urdangarin y de Borbón ha estado marcado por las presuntas deslealtades del marido de la infanta y sus negocios turbios, los mismos que lo llevaron a prisión -condenado a cinco años y diez meses por varios delitos económicos- y que provocaron que, por primera vez en la historia, un miembro de la Familia Real, en este caso la infanta Cristina, tuviera que sentarse en el banquillo de los acusados por el Caso Nóos.
El miércoles 19 de enero de 2022 siempre será un día marcado en el calendario personal de la familia de Urdangarin y de Borbón. La revista Lecturas publicaba unas imágenes donde se veía al exduque de Palma paseando por una playa de Hossegor junto a una mujer a la que pocas horas después se podía identificar con nombre y apellidos.
La tercera en discordia, Ainhoa Armentia Acedo, ha visto cómo su vida ha pasado en cuestión de horas de un plácido anonimato a un asedio e interés mediático diario. La de Vitoria tan solo entonó este pasado viernes un tímido "no tengo nada que decir" cuando acudía a su puesto de trabajo. No obstante, EL ESPAÑOL sí conoce cómo está viviendo este convulso momento tanto ella como su familia.
Ainhoa "no sabe cómo gestionar" esta situación límite, explica a este periódico alguien cercano a su familia. Nunca se hubiera podido imaginar la posición en la que se encuentra en la actualidad. Se desliza que siente "bochorno" ante tanto seguimiento y exposición pública: "Vitoria es un pueblo pequeño y todos se conocen. Están consiguiendo el teléfono de varios familiares, como el de Laura -su hermana-, que ya no atiende a ningún número desconocido".
Armentia está "sobrepasada" y solo quiere que sus actos no perjudiquen a los suyos. Según se explica al otro lado del teléfono, ha pedido a su entorno que no dé ninguna declaración: "Su mayor miedo es que esto salpique a sus hijos. A su día a día. Sobre todo, al mayor, que tiene 17 años".
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