Un día después de que el príncipe Andrés (61 años) haya querido enviar un documento expreso al juez para negar cada una de las acusaciones de abusos sexuales a una menor, su madre, Isabel II de Inglaterra (95) ha reaparecido con un semblante serio y preocupado.
La Reina ha sido vista saliendo de Wood Farm, la finca de Sandringham en Norfolk en la que se refugia del escándalo, para alimentar a sus caballos en los establos cercanos. La monarca, que llevaba uno de sus míticos pañuelos estampados cubriendo su cabeza, fue vista en el asiento del pasajero delantero de su Range Rover cuando salía de la granja donde se hospedará durante las próximas semanas.
El detalle de que la soberana no aparezca conduciendo su coche ha llamado la atención de algunos medios británicos, pues Isabel II suele tomar los mandos de su vehículo cuando no está en la capital de Londres ni en las inmediaciones de su palacio en la ciudad de Windsor. Algunas voces apuntan a que no se encuentra en su mejor momento después de la gran polémica en la que está envuelto Andrés de York, el que siempre se ha dicho que era su hijo favorito.
La Reina llegó a Sandringham el domingo pasado, un mes después de que se cancelara su visita navideña a Norfolk. La de este sábado es la primera vez que se la ve desde que el príncipe Andrés negara ser "amigo cercano" de la traficante sexual convicta Ghislaine Maxwell ni "cómplice" del multimillonario Jeffrey Epstein supuesto líder de la trama sexual, quien se suicidó en su celda policial en 2019.
Es la joven Virginia Giuffre (38) quien alega que el príncipe la agredió cuando tenía 17 años en casas propiedad de Maxwell y el pedófilo Epstein. Sin embargo, Andrés de York ha querido dar un importante paso, y este jueves de la mano de su asesor legal, Andrew Brettler, ha presentado en el juzgado de Nueva York un texto firmado por él mismo y su equipo de abogados. En la misiva el hijo de la Reina británica expone dos ideas rotundas. Por un lado, niega formalmente las acusaciones de abusos sexuales que ha denunciado Virginia Giuffre, y rehúsa, además, haber tenido ninguna relación cercana ni con Maxwell ni con Epstein. Además, en el documento, el príncipe Andrés refuta una por una y de forma detallada todas las afirmaciones que Giuffre ha denunciado contra él.
Por otro lado, en el documento, que firma en consonancia con su equipo legal, el duque de York solicita un juicio con jurado popular. Y es que esta petición llega después de que intentara frenar definitivamente el caso y apartar su nombre del escándalo. Sin embargo, el pasado 12 de enero -un día antes de que la Reina le despojara de sus títulos militares-, un juez de Nueva York rechazó los argumentos de la defensa del príncipe Andrés, después de que la semana anterior reclamaran a la Justicia estadounidense que se desestimara la demanda civil presentada por Virginia Giuffre, quien lo acusa de abusos sexuales cuando era menor de edad. Por lo que en principio el caso irá a juicio.
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