Letizia (49 años) ha vuelto al Teatro Real de Madrid, y eso siempre significa que el look que se vaya a poner merece un buen comentario, ante semejante escenario hay que esmerarse. Los Reyes han presidido el 500 aniversario de la muerte de Antonio de Nebrija, y aunque han pasado cinco siglos, la Reina ha debido pensar que el luto era lo más adecuado.
Se trata del primer acto de la semana para la experiodista y el primero en 11 días para Felipe VI (54) tras contagiarse de coronavirus. Tras su confinamiento, el monarca ha podido por fin salir de Zarzuela, aunque el little black dress que ha lucido su mujer le ha robado todo el protagonismo, sobre todo porque Letizia ha vuelto a enseñar sus espectaculares y moldeadas piernas.
Este vestido que se ha llevado todos los flashes, cosa que no nos extraña, es una prenda para repetir una y otra vez. Eso ya sabemos que es una de las características de un vestido negro. Un LBD es un comodón que se adapta a todo tipo de look y es esa opción perfecta para ir elegante sea cual sea tu destino. Pero en este caso el acierto es doble, ya que Letizia ha rescatado de su armario de Zarzuela una creación de Giorgio Armani que siempre que se la pone, triunfa.
La reina Letizia con vestido negro de Armani y zapatos y cartera de mano a juego.
Es un diseño especial con dos detalles que lo hacen perfecto para vestir el cuerpo de la mujer de Felipe VI. Se trata de una silueta ajustada, con el cuello redondo y manga francesa, que brilla por la abertura lateral de la falda y el volante que parte de la cintura, que marca todavía más su cintura. Esos dos componentes: silueta ceñida y volante, lo hacen ideal para ella.
Cuando la Reina adquirió este vestido tenía un precio de 650 euros y la primera vez que lo lució fue en octubre de 2018, en el concierto previo a los Premios Princesa de Asturias y lo repitió en noviembre de hace dos años durante la entrega del premio de periodismo Cuco Cerecedo.
En cuanto a los complementos, ha elegido de los más lujosos de su vestidor. Tanto el bolso como el calzado son dos piezas de lujo. El primero se trata de un clutch de Bottega Veneta, el modelo Knot, en piel trenzada y que cuesta unos 1.400 euros. El segundo son los salones de piel de serpiente firmados por Manolo Blahnik y que deben rondar el mismo precio que el bolso.
'Clutch' de Bottega Veneta, el modelo Knot, en piel trenzada.
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