El príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (40) han regresado a Europa para celebrar una nueva edición de los Invictus Games, un evento deportivo creado por el duque de Sussex y en el que compiten personas de las fuerzas armadas, veteranos heridos de guerra o enfermos.
Tras una reunión secreta con la reina Isabel II (95) en el Castillo de Windsor, este Viernes Santo 15 de abril, el matrimonio aterrizó en La Haya, Países Bajos, donde asistieron a una recepción especial en homenaje a los competidores.
Meghan Markle acaparó todas miradas con un impecable traje de Valentino, formado por un pantalón y chaqueta tipo blazer y de corte oversize en color blanco inmaculado. Lo completó con un bolso a tono, también firmado por la casa italiana, y unos salones de la marca Aquazzura. La protagonista de Suits desfiló su espectacular estilismo por el estadio de Zuiderpark y al lado de su marido. Ambos fueron recibidos con aplausos y gran expectación, ya que se trata de su primer viaje a Europa juntos después de que en 2020 se apartaran de la Casa Real británica.
Un día después, este sábado 16 de abril, Meghan Markle y el príncipe Harry han asistido a la inauguración de la quinta edición de los Invictus Games, que tendrán lugar hasta el próximo viernes 22. Cogidos de la mano y ataviados con estilismos deportivos y de corte informal, los duques de Sussex se han mostrado cómplices y muy divertidos.
Para esta ocasión, la actriz ha apostado por un vaquero, una camiseta básica blanca y una chaqueta negra con detalles dorados. Ha completado su look con unas zapatillas beige, un bolso con cadena y unas gafas de sol oscuras. Además, ha recogido su melena en una coleta alta para conseguir mayor comodidad. El príncipe Harry, por su parte, ha lucido un polo alusivo a los Invictus Games.
En todo momento la duquesa de Sussex se ha mostrado con una enorme sonrisa y muy amable con aquellos espectadores que la esperaban entre vítores y aplausos. Tampoco han faltado los gestos de cariño con su marido, el príncipe Harry. En la primera jornada de los Invictus Games la pareja se ha intercambiado abrazos y miradas que confirman, una vez más, la buena sintonía entre ambos.
A lo largo de la mañana, Meghan Markle y el príncipe Harry también disfrutaron de un paseo en la parte trasera de dos mini Land Rover conducidos por niños. Poco después, con una actitud muy cercana, posaron con los familiares de los pequeños.
Reunión con Isabel II
El príncipe Harry decidió visitar a su abuela en el Castillo de Windsor poco después de que la monarca reconociera que se encuentra "exhausta" como consecuencia de la Covid-19. El duque de Sussex llegó a la residencia de Isabel II acompañado de su mujer, pero sin sus hijos, Archie (2) y Lilibet Diana. Según The Sun, el matrimonio también coincidió con el príncipe Carlos (73).
Los Sussex fueron reconocidos a su llegada al castillo por unos turistas que viajaban en autobús. Según apuntó el periódico británico, la pareja sonrió y saludó a los asombrados visitantes, que estaban en Windsor para la tradicional ceremonia del Jueves Santo.
Un espectador aseguró al medio: "No podía creerlo cuando vi quién era. Saludamos y ellos nos devolvieron el saludo". La misma fuente añadió: "Se veían felices y relajados y saludaron a todos. Fue todo un espectáculo. Sabíamos que podríamos ver a Carlos y a la duquesa de Cornualles en la ceremonia, pero nunca creímos que nos encontraríamos con Harry y Meghan".
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