Pablo Urdangarin (21 años) y todo su equipo están de enhorabuena. Este pasado sábado, 23 de abril, disputaron un partido en Pamplona contra el Helvetia Anaitasuna y recibieron la dulce victoria. No una cualquiera, sino la más importante del año para ellos: se hicieron con la liga.

El hijo de la infanta Cristina (56) no se pudo mostrar más contento en el campo y también fuera de él, pues así lo demuestran no sólo las fotografías a las que ha accedido este periódico, sino también los stories del Barça FC, su club. En ellos aparece como pocas veces antes se le ha visto: contento, eufórico y celebrándolo con sus compañeros.

Iñaki Urdangarin (54), su orgulloso padre, no quiso perderse este partido y viajó desde Vitoria, donde reside, hasta Pamplona -ciudades que están separadas sólo por 95 kilómetros- para disfrutar de la profesionalidad de su hijo desde las gradas.

El que fuera marido duque de Palma fue solo, sin la compañía de su nueva pareja, Ainhoa Armentia (43), y se mostró como el mayor fan del joven, que sin duda sigue sus mismos pasos en el terreno de juego.

Cabe recordar que Urdangarin es una leyenda del balonmano, que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y cuatro años más tarde en Atlanta 96, donde conoció a la hija de los reyes Juan Carlos (84) y Sofía (83).

En los stories del perfil del club del Barça de balonmano también se puede ver la buena relación que tiene Pablo Urdangarin con el resto de sus compañeros, que no dudaron en celebrar en el vestuario esta gran victoria, pues es sumamente importante para cualquier deportista de primer nivel coronarse como campeones de la liga de su país.

Una buenísima noticia que el joven celebra pocas días después de regresar de su viaje familiar a Abu Dabi, donde se reencontró con su abuelo materno, el rey emérito Juan Carlos, tras su marcha a los emiratos árabes en agosto de 2020 debido a los presuntos negocios oscuros que salieron a la luz. Un viaje que ha hecho que se enfrente al balonmano con más fuerza que nunca.

El ascenso de Pablo

Y no sólo ha logrado Pablo Urdangarin un ascenso masivo en el terreno de juego. "Son cosas que pasan". Con sólo cuatro palabras, el hijo de la infanta Cristina conquistaba a toda España el pasado 19 de enero a la salida de su peluquería habitual en Barcelona.

¿El motivo? El tsunami mediático que provocó las fotografías de su padre, Iñaki Urdangarin, paseando de la mano con una mujer que no era su madre, la infanta Cristina. Todo aquel revuelo fue amainado mientras el joven deportista se atusaba su melena aún mojada, en una milésima de segundo, demostrando, naturalidad y un sólido discurso.

Una lección magistral para todos aquellos que también son miembros de la familia del rey Felipe VI (54) y que rehúyen de la prensa con malas formas o dan la callada por respuesta ante situaciones, desde luego, mucho menos delicadas.

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