A las 12:30 horas de la mañana de este viernes, día 20 de mayo, el rey Juan Carlos (84 años) abandonaba el impresionante chalé de su amigo Pedro Campos (72), donde se aloja estos días, para poner rumbo al Club Náutico de Sanxenxo. Allí, a lo largo de esta especial jornada para él, disfrutará de una de sus grandes pasiones: la vela.
Acompañado por el afamado regatista y presidente del club, y por su primogénita, la infanta Elena (58), el emérito llegaba en el coche de Campos ocupando el asiento del copiloto. Con look deportivo, compuesto por pantalón rojo, polo blanco, chaleco de navegar en beige de Prada y zapatillas de Primata en color gris medio, Juan Carlos no ha dudado en bajar la ventanilla para pronunciar sus primeras palabras en tierras patrias.
"Estoy muy bien", ha respondido con cierta contundencia cuando los numerosos medios de comunicación congregados en el Puerto Deportivo Juan Carlos I le han preguntado cómo se encuentra tras haber pasado 21 meses fuera del país donde reinó casi cuatro décadas. Sus palabras no se ajustan al cien por cien con la realidad de sus imágenes en movimiento.
El baño de masas que se ha dado con las banderas, los vítores ante su ilustre visita y los "viva el Rey" de los vecinos de Sanxenxo le han inyectado energía como para sonreír y sentirse arropado, pero no la suficiente como para ocultar los evidentes y preocupantes problemas de movilidad que se han apreciado al descender del coche y al caminar.
A sus 84 años, el rey Juan Carlos ha pasado hasta 17 veces por quirófano: lleva una prótesis en la rodilla de derecha desde 2011 -la cual tuvo que ser sustituida en una nueva intervención en la primavera de 2018- y también lleva prótesis en la cadera izquierda y en la derecha, la solución a la caída que tuvo en Botsuana el 14 de abril de 2012, mientras cazaba elefantes acompañado de su entrañable amiga, Corinna Larsen (58).
Apoyado en todo momento en su bastón y en su persona de confianza, uno de los miembros de seguridad de su escolta, el emérito no sólo ha estrechado la mano de las autoridades que le esperaban, sino que también se ha acercado a los curiosos que se agolpaban a las puertas del Real Club Náutico para recibir al monarca tras tres años sin pisar sus famosas regatas.
La última vez que Juan Carlos I compitió fue precisamente en 2019 en la ría de Pontevedra, donde en menos de un mes, salvo imprevistos, defenderá el título de campeón del mundo de la clase 6M. Un detalle que, por cierto, lleva grabado en la manga del polo blanco que ha lucido en esta soleada mañana de viernes de mayo en Sanxenxo.
Juan Carlos permanecerá en el hogar de Pedro Campos hasta que el lunes 23 viaje a Madrid para visitar al rey Felipe VI (54), la reina Sofía (83) y demás miembros de la familia en el palacio de La Zarzuela, según informó Casa Real.
Después, el mismo lunes emprenderá su viaje de regreso a Emiratos Árabes, donde reside desde agosto de 2020 y donde seguirá viviendo, tal y como él mismo expresó en una carta reciente enviada a su hijo, el Rey.
[Más información: Así es Cristina Franze, la misteriosa mujer rubia que recogió al rey Juan Carlos a pie de pista en el aeropuerto]