La imagen del rey emérito en las gradas del pabellón municipal de Pontevedra viendo jugar a su nieto ha sido una de las más emotivas de su visita a España, sobre todo por el abrazo en el que ambos se fundieron, mostrando así el cariño que les une. Ahora, Pablo Urdangarin (21 años) ha pasado de los actos a las palabras y ha desvelado cómo se sintió al reencontrarse con su abuelo. Siempre amable y respetuoso con la prensa, el hijo de la infanta Cristina (56) ha contestado a la pregunta que todo el mundo se hacía, sin dar demasiadas explicaciones, pero con su habitual educación.
Fue a su llegada a Barcelona, tras disputar el partido en el que contó con un espectador de excepción, cuando fue aborbado por los periodistas y se dirigió a los micrófonos con una clara afirmación: "Cualquier persona quiere que vaya su familia a ver su partido de balonmano, es algo bueno". Con esta sencilla frase, Pablo quiere aportar normalidad al gesto, aunque lo cierto es que el hecho de que el rey emérito apareciera en el centro de las gradas es noticioso y el joven deportista asegura que la había hecho "mucha ilusión verle".
Ambos se volvían a encontrar después del viaje que el hijo de la infanta Cristina y sus hermanos hicieron el pasado mes de abril a Abu Dabi para visitar al esposo de la reina Sofía (83). Pablo ha sido el primero y quizá el único de los nietos de Juan Carlos I (84) que ha tenido la oportunidad de verle en este viaje exprés a España.
A la espera de que trasciendan algunos detalles del encuentro privado del lunes 23 de mayo entre el exmonarca y parte de sus allegados, sólo se le ha podido ver en público con la infanta Elena (58), siempre pendiente de él, y su imagen junto a Pablo Urdangarin. Ni siquiera Victoria Federica (21), que siente adoración por su abuelo, se desplazó a Pontevedra para estar a su lado. Y es que la influencer tiene una vida social muy agitada, y el pasado fin de semana estaba de boda en Sevilla, donde volvió a deslumbrar con un look perfecto de invitada.
Tampoco se ha dejado caer por Sanxenxo la infanta Cristina, que quizá sí asista a la reunión en palacio de manera privada. Sea como fuere, la visita del rey Juan Carlos a España ha sido todo un éxito para él, ya que ha podido disfrutar del cariño y el reconocimiento de muchos juancarlistas en primera persona.
Y mientras el rey emérito vivía su momento de gloria en las regatas, Felipe VI (54) y Letizia (49) seguían en Madrid centrados en sus respectivas agendas y celebrando su 18º aniversario de boda. Por su parte, la reina Sofía ya ha regresado de Miami para reencontrarse con su marido. Pero tras ese esperado almuerzo, el rey emérito regresará a Abu Dabi, donde tiene fijada su residencia permanente, sobre las ocho de la tarde con el mismo jet privado que le trajo.
[Más información: Pablo Urdangarin eclipsa a su prima Victoria Federica: multiplica por 20 su éxito mediático en un año]
Noticias relacionadas
- El viento impide a Juan Carlos salir con el 'Bribón': "Se viene a echar el rato en el barco y ni eso le dejan"
- Felipe VI y Letizia celebran 18 años de casados, 'separados' por la incómoda visita del Rey Juan Carlos I
- El día negro del Emérito en Pontevedra: sin navegar y 'resbalón' en la grada al ir a ver a su nieto