El primer fin de semana del pasado junio, Reino Unido se engalanaba para celebrar el Jubileo de Platino de Isabel II (96 años). La soberana de todos los británicos ha cumplido 70 años en el trono y su país lo festeja este 2022 por todo lo alto con eventos programados a lo largo de los 12 meses, pero las citas más espectaculares se concentraron en los primeros días de junio.
En aquellas jornadas, la Familia Real fue la protagonista absoluta, desde el más pequeño al más mayor de sus miembros. Incluso Harry (37) y Meghan Markle (41) hicieron su esperadísima aparición en la capital londinense tras alejarse de la Corona e instalarse en California para continuar con su vida. Pero hubo quienes lograron eclipsar incluso al famoso matrimonio del Megxit.
Esos fueron los hijos de Kate Middleton (40) y el príncipe Guillermo (40). El pequeño Louis (4) llegó a copar la apertura de los diarios británicos por sus inocentes rebeldías y su espontaneidad 'molestando' a su madre y a la mismísima Reina en el balcón de Buckingham. El mayor, George (9), se mostró como el perfecto príncipe en todo momento, responsable y conociendo el protocolo al dedillo; un aspecto del royal por el que también saltó a los titulares de los tabloides. Y la mediana, Charlotte (7), deslumbró con sus estilismos ideales y acaparó todas las miradas con su sonrisa pícara y con sus ganas eternas de jugar con sus primos.
Charlotte siguió los protocolos debidamente y solo se los 'saltaba' para hablar con su prima favorita, Mia Tindall (8). El estrecho lazo de la princesa de Cambridge y la hija de Zara (41) y Mike Tindall (43) es ampliamente conocido, siempre han sido íntimas, pero este año ha quedado más claro que nunca. Son inseparables, les gustan las mismas cosas, los mismos juegos y los mismos dulces. Este último detalle precisamente es el que toma protagonismo en una significativa fotografía tomada el 5 de junio.
Ese marcado domingo los desfiles y las celebraciones por el Jubileo de Platino de la Reina eran el eje central de la vida en Inglaterra. Y la familia de la homenajeada disfrutaba del espectáculo desde su privilegiada grada. En primera fila, los duques de Cambridge con sus hijos, y como no, justo detrás de Charlotte, se sentaba su adorada prima Mia Tindall. Debido a la larga duración de estos festejos, y a que se celebraban al mediodía, las pequeñas hicieron saber a sus respectivos padres que tenían hambre, y tras insistir, consiguieron que les dieran una llamativa bolsa turquesa que contenía dulces deliciosos que degustaron sin dudar.
Lo curioso de esta anécdota es que desde los diferentes perfiles que los miembros de la Casa Real británica poseen en las redes sociales se ha querido eliminar la presencia de las bolsas turquesas en las decenas de fotografías y álbumes oficiales que se han divulgado del Jubileo de Platino. Existen imágenes del momento preciso en el que las niñas solicitan la bolsa a sus padres e incluso aparecen comiendo alguna de las galletas, pero sin dejar a la vista la bolsa y mucho menos la marca a la que pertenecen esas delicatessen.
Han tenido que pasar más de dos meses para conocer la existencia de la fotografía que evidencia de dónde son los dulces que comían las princesas. Se trata ni más ni menos que de Fortnum & Mason -más conocido como Fortnum's-, un establecimiento fundado en Piccadilly en 1707, y al que le une una extensa historia con la Casa Real.
De ahí que no se comprenda que se haya evitado mostrar la imagen de la bolsa en sus perfiles públicos. Sin embargo, la razón más evidente, según recalca el experto en protocolo y comunicación de imagen José Manuel Ramírez, es que "busquen desligar los lazos de la monarquía del pasado con los nuevos aires que se le quiere dar a la institución". "Mostrar que las nuevas generaciones continúan dando visibilidad a marcas que frecuentaban los cortesanos de hace tres siglos quizá no ayude a renovar la imagen, aunque también aportaría estabilidad y un apoyo a las franquicias británicas que han llevado el nombre de Reino Unido más allá de sus fronteras", explica el especialista.
Fortnum's es un símbolo dentro de palacio. El establecimiento vende todo tipo de dulces artesanos, pero también complementos para el hogar, regalos, y por supuesto, café y té -el favorito de la Reina-. Su vínculo con la Corona se remonta a principios del siglo XVIII, así lo menciona la propia marca en su historia: "Nuestra conexión con la Familia Real se remonta a la misma fundación de Fortnum & Mason, con el empleo de un hombre al que apreciamos mucho, el Sr. William Fortnum. Fue contratado como lacayo en la corte de la reina Ana y, como era de esperar, era el tipo de trabajo que no solo venía con gratificaciones (en forma de velas a medio usar), sino que se transmitía de generación en generación. El último Fortnum que ocupó un puesto en la corte fue Charles Fortnum, nacido en Epwell en 1738, lacayo de la reina Carlota Sofía desde 1761 hasta 1788, y paje de la presencia de Su Majestad desde 1808 hasta su muerte en 1814".
A lo largo de los siglos, Fortnum's ha enviado regalos de Navidad, cumpleaños y bodas a miembros de alto rango de la Familia Real, siempre pensando en los gustos de cada uno de ellos. Como por ejemplo, por el 70 cumpleaños del príncipe Carlos (73), que encargaron algunas hermosas colmenas para él, que ahora están establecidas en Highgrove, y las cestas de Fortnum's diseñadas para recién casados y nuevos padres de la Casa Real.
Además, el 1 de marzo de 2012 fue la última vez que Isabel II fue personalmente a uno de sus locales, para la inauguración del Diamond Jubilee Tea Salon. Acudió junto a Kate Middleton y Camilla Parker-Bowles (75) y al finalizar su visita recibieron tres cestas, cada con el interior repleto de dulces y obsequios de su gusto personal.