La Casa Real hachemita está viviendo un verano repleto de felices noticias. Tras el anuncio del compromiso de su hija mayor, Abdalá II (60 años) y Rania de Jordania (51) se muestran felices ante la próxima boda del príncipe Hussein (28) con Rajwa Al Saif. La noticia ha sido una sorpresa, pues, como sucedió en el caso de su hermana, ni siquiera se conocía que el heredero al trono mantuviera una relación sentimental estable. Se había guardado en la más estricta intimidad hasta ahora.
Nuevamente la encargada de comunicar la buena nueva ha sido la Reina a través de su perfil oficial de Instagram, donde acumula casi siete millones de seguidores, con un mensaje lleno de emotividad. "¡No pensé que fuera posible tener tanta alegría en mi corazón! Felicitaciones a mi primogénito, el príncipe Hussein, y a su hermosa futura esposa, Rajwa", escribía junto a varias imágenes de la pareja.
El anuncio tuvo lugar en casa de los padres de la novia, en Riad, la capital de Arabia Saudita, hasta donde viajó la Familia Real al completo. En las imágenes que han servido para oficializar el enlace se puede ver a los novios posando solos cogidos del brazo y también junto Abdalá y Rania.
Rajwa eligió para la ocasión un caftán blanco con bordados dorados, tradicional pero con un toque moderno añadiendo un cinturón ancho a juego. Iba abierto y debajo podía verse un vestido liso verde. Añadió un pañuelo en la cabeza, cubriendo solo parte de su cabello: se llama shayla y es una de las formas de cubrirse la cabeza de las mujeres musulmanas. También llamó la atención el vistoso anillo de compromiso que lucía en su mano.
Todavía no hay fecha para la boda de Hussein, tampoco para la de la princesa Imán (27), pero parece lógico pensar que la del heredero se celebrará antes debido a su importancia en la línea de sucesión. En el futuro, Rajwa será la sucesora de Rania, con quien parece tener cosas en común.
Esta joven saudí estudió arquitectura en la universidad de Syracusse de Nueva York y pertenece a una importante familia. Los Al Saif han sido los jeques de la ciudad de Al-Attar en Sudair, una región histórica del centro de Arabia Saudita, desde el reinado de Abdulaziz Al Saud, el primer monarca del país.
Morena, de pelo largo y peinado al estilo Rania, la joven se quitó el velo para posar en una de las fotos con su futura suegra, un detalle sin duda que muestra la cercanía y sintonía de ambas. Como es sabido, la esposa de Abdalá nunca lleva hiyab. Para tan especial ocasión, la reina estrenó un vestido negro con vistosas aplicaciones de la firma italiana Andrew Gn y no uno de sus típicos caftanes.