En el funeral de Isabel II, los estilismos hablaron de sentimientos sin expresar una sola palabra. Fueron muchos los guiños que la familia Windsor hizo a la fallecida a través de sus looks, pero ninguno tan emotivo y estudiado como el de su nuera favorita. La historia detrás del look de Sophie de Wessex (57 años) en el último adiós a la reina británica fue un homenaje a ella de pies a cabeza.
Su imagen sobria durante el funeral escondía un mensaje encriptado que sólo ella y los que conocían bien a la soberana habrían podido descifrar en ese momento. La esposa de Eduardo de Inglaterra (58), que mantenía una relación muy especial con su suegra, estaba desolada durante el servicio religioso en la abadía de Westminster.
La sobriedad y la tristeza que reflejaba su imagen la marcaba su abrigo-vestido entallado de aire retro, a juego con un elegante tocado negro con flores y red de Jane Taylor y salones de punta redonda de LK Bennett. El pelo recogido en un moño bajo y un broche de diamantes con forma de fresa, una de las frutas preferidas de Isabel II. Este era el guiño más evidente, pero no el único.
1. El vestido tenía un bordado especial
Es la pieza principal la que esconde el verdadero homenaje. Fue diseñada por Suzanne London especialmente para la ocasión; toda una responsabilidad que ella acogió con la mayor de las ilusiones. Según sus propias palabras: "Fue un absoluto honor y privilegio tener esta oportunidad de ser una pequeña parte de la historia moderna". Ha explicado que en la confección de la prenda la memoria de Isabel II estaba muy presente y ha mostrado las imágenes del proceso.
El vestido, formado por paneles de lana italiana y satén de seda, fueron bordados con lirios del valle, las flores favoritas de la soberana británica, entrelazadas con otras de mirto presentes en su ramo de bodas. De este modo también se rendía homenaje a la historia de amor de Isabel II con el duque de Edimburgo.
Las encargadas de realizar esos bordados fueron las trabajadoras de Jenny King Embroidery, una empresa especializada en bordado irlandés que combina una estética moderna con la artesanía y la calidad de la técnica tradicional. Además de hacer encargos para particulares, también ha colaborado activamente con firmas de alta costura como Erdem, Tom Ford o Vivenne Westwood para sus colecciones. Su propietaria ha querido agradecer la confianza depositada por la condesa de Wessex: "Fue un honor participar en este hermoso tributo a Isabel II".
2. El bolso de la firma fetiche de la Reina
Otro de los guiños a su adorada suegra estaba en los accesorios. Sophie llevaba un bolso de mano de Launer London, concretamente el modelo High Society. Durante su larga vida, Isabel II recurrió siempre a esta firma de lujo para su complemento estrella, que usaba para mandar mensajes a su personal dependiendo en qué brazo lo llevara colgado. No es casual que para el funeral, la condesa apostara por la misma marca. El clutch cuesta 1.760 euros.
La relación de esta marca inglesa con la soberana era tan especial, que el pasado mes de abril lanzaron una edición especial en su honor con motivo del Jubileo de Platino. "Lanzamos el bolso Platinum Edition Jubilee, basado en un diseño de 1972 que la monarca usaba a menudo", anunciaban.
3. El sombrero, con un doble homenaje
El último detalle que hablaba de su amor por la Reina se escondía en el tocado, para el que volvió a confiar en una de sus sombrereras de referencia, Jane Taylor. Negro, realizado en paja y adornado con flores de seda hechas a mano, tenía un significado especial. La diseñadora da todos los detalles: "La condesa de Wessex lleva un sombrero de montar estilizado y fue creado como un guiño al amor de la reina Isabel II por la equitación y los caballos. El adorno de flores, a juego con el vestido, se inspiró en las flores de su ramo de bodas, que nuevamente reconoce uno de los momentos más importantes en la vida de la soberana".
La esposa del príncipe Eduardo lleva usando los diseños de Jane Taylor para eventos especiales desde el año 2009. Ella sabe perfectamente lo que quiere y en esta ocasión plasmó a la perfección lo que su clienta real deseaba transmitir para despedirse definitivamente de una de las personas que han tenido vital importancia en su trayectoria desde que pertenece a la casa Windsor.
Esta sombrerera británica trabaja también para otros miembros de la Familia Real como la nueva princesa de Gales, Zara Tindall (41) y Eugenia de York (32). "Me encanta crear diseños favorecedores para los clientes y pasar tiempo con ellos para poder entender qué sombrero funcionará, según su apariencia, personalidad y la ocasión. Me gusta traspasar los límites, pero me siento segura al saber qué formas funcionan y cómo darles vida agregando hermosas características decorativas", decía en una entrevista.