Este jueves, 9 de febrero de 2023, es, sin lugar a dudas, uno de los días más emocionantes y especiales en la vida del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa (86 años). El literato suma un hito más en su trayectoria profesional, una de las más brillantes del mundo de las letras. Al filo de las 15 horas de la tarde, el escritor ha ingresado en la Academia Francesa, fundada por el cardenal Richelieu en el siglo XVII.
Esta histórica incorporación -el Nobel será el primer escritor con un sillón en la institución sin haber publicado nunca en francés- se ha hecho efectiva en una solemne ceremonia celebrada en el Anfiteatro del Instituto Francés, en París. En tan emotivo y destacado día para la historia, Vargas Llosa ha estado arropado por su exmujer, Patricia Llosa (78), sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo Vargas Llosa, todos sus nietos y grandes amigos y conocidos.
Entre ellos, el rey emérito Juan Carlos I (85). El padre de Felipe VI (55) llegaba, junto a Cristina de Borbón (57), a la capital gala el pasado miércoles en un vuelo privado para ver a Vargas Llosa convertido en académico -o inmortal, como los llaman en Francia-, y ocupando el sillón 18 que dejó vacante el filósofo Michel Serres al fallecer en junio de 2019.
Cabe destacar que el anterior jefe del Estado español ha sido invitado personalmente por el literato, así como la hija menor del Emérito, la infanta Cristina. La expectación por ver a Juan Carlos este jueves en París era máxima. El monarca, que ha viajado directamente a la capital gala desde Abu Dabi, su lugar de residencia desde agosto 2020, se ha mostrado visiblemente serio y circunspecto.
Durante su caminata hacia el Instituto Francés, Juan Carlos se ha apoyado en todo momento en su inseparable bastón. Para la ocasión, el Emérito ha lucido un traje azul marino, de corte clásico y corbata burdeos. A su lado, la infanta Cristina -pendiente a cada poco de su padre- se ha decantado por un traje de chaqueta, compuesto por un pantalón negro de sastre y una chaqueta blazer en color marrón y con lentejuelas.
Como uno de los detalles curiosos de este magno día, Juan Carlos I y su hija han sido los únicos invitados que se han sentado -en primera fila- solos en la bancada, mientras que las demás localidades estaban completas por el resto de asistentes. Diez minutos antes de que diera comienzo esta sesión en la Academia, el Rey ha sido visto en el asiento del copiloto de una furgoneta oscura con los cristales de atrás tintados. A su llegada, ha saludado a los medios apostados en la entrada.
Juan Carlos, a pesar de que va en calidad de invitado de honor, ha tenido un trato "de acuerdo a su rango", tal y como confirmaba en una entrevista a El País Hélène Carrère d’Encausse, la directora de la Academia: "Ha sido rey de España. No vamos a tratarlo como si fuera el conserje (..) Debemos esto a España. Es el padre del rey actual".
La relación personal entre Juan Carlos I y Mario Vargas Llosa se remonta a varias décadas atrás. El propio autor de La ciudad y los perros o Travesuras de la niña mala ha explicado en los últimos días, en El País, que esta invitación al Emérito obedece a un "gesto de pura simpatía".
Eso sí, ha dejado claro que entre ellos no existe una gran amistad, y tampoco una comunicación fluida ni frecuente. El rey Juan Carlos concedió un marquesado a Mario Vargas Llosa en 2011, un honor que el escritor hispano-peruano nunca ha olvidado.
"Los Reyes no tienen amigos, tienen súbditos. Por eso digo que, en la medida en que un Rey pudiese tenerlos, yo sería uno de ellos", ha señalado. En esa línea, Vargas Llosa ha subrayado que la cordialidad siempre ha existido entre él y la Corona española.
Mario Vargas Llosa ha asegurado recientemente, en el citado medio, que Juan Carlos I ha sido "muy cariñoso" cuando han coincidido en recepciones o actos oficiales a los que el literato ha estado invitado, y por eso ahora ha querido el Nobel responderle con este gesto en forma de invitación. "Yo pensé que, como está de capa caída, de repente esta invitación le venía bien", ha apostillado Mario, con cierto sentido del humor.
Siempre según sus propias palabras, el que fuera Rey de España durante 40 años se mostró "encantado" de poder acompañarle en esta jornada, que marca un punto de inflexión en la vida del celebérrimo Nobel de Literatura.
En otro orden de cosas, es la cuarta vez en la que el monarca abandona Abu Dabi para pisar suelo europeo. En primer lugar, Juan Carlos tomó un vuelo desde Emiratos Árabes para la que fue su primera visita a España tras su retiro para participar en las regatas de Sanxenxo, en Pontevedra, en mayo de 2022.
La segunda ocasión fue para acudir el 19 de septiembre de 2022 al funeral de la reina Isabel de Inglaterra en Londres; y por último, el pasado 16 de enero, para dar su último adiós en Atenas a su cuñado, Constantino de Grecia, donde se reencontró en público con toda su familia, e incluso se fundió en un abrazo -con beso incluido- con su hijo, el rey Felipe VI.