A punto de cumplirse 40 días del fallecimiento del que fuera el Rey de los helenos, Constantino de Grecia, su familia prepara su último adiós. Se trata de un homenaje íntimo que tendrá lugar el próximo sábado, 18 de febrero, en la Catedral Metropolitana de Atenas.
A las 11 de la mañana (hora local) los familiares y amigos íntimos del fallecido monarca se reunirán en el templo para despedir de forma privada a Constantino de Grecia en una ceremonia presidida por el Santo Sínodo de los altos jerarcas de la Iglesia Griega. Tras la misa se realizará un trisagion -un rezo funeral- en el cementerio de Tatoi, donde reposan los restos del monarca.
Se espera que a la ceremonia asista toda la Familia Real griega. Además, parte de los Borbón. Según Vanitatis, la reina Sofía (84), hermana del difunto, ya está en Atenas. Junto a ella acudirán al último adiós la princesa Irene (80) y la infanta Elena (59), que volará el viernes. El mismo medio informa que la infanta Cristina (57) también arropará a su madre en la despedida al exrey de los helenos.
Según la tradición ortodoxa, se rinde homenaje a los fallecidos con un servicio religioso a los tres, nueve y 40 días de su muerte. Así, la misa del próximo sábado pondría fin a los actos pos mortem de Constantino. En un principio también se había hablado de la posibilidad de despedirle en Londres, ciudad en la que vivió con su familia durante varios años. Sin embargo, esta ceremonia no ha sido confirmada.
El último acto fúnebre tuvo lugar el 16 de enero. Una multitudinaria despedida a la que asistieron los representantes de las casas reales europeas. Entre ellos, una importante representación de la Familia Real española. La reina Sofía se despidió de su hermano rodeada de sus hijos, de su nuera, de sus nietos y hasta del rey Juan Carlos I (85). Las únicas que no asistieron fueron la princesa Leonor (17) y la infanta Sofía (15).
Fue un día triste para los helenos y en especial para la Emérita. Aunque es una mujer fuerte y serena, ese día la reina Sofía no pudo frenar los sentimientos y mostró su profundo dolor por la pérdida de su hermano. No se le veía llorar así desde el entierro de su suegro, Juan de Borbón y Battenberg, en 1993.
La reina Sofía ocupó la segunda fila, acompañada del rey Juan Carlos I y su hermana, Irene. Justo detrás de su cuñada Ana María de Grecia (76). La mujer del último soberano heleno tampoco pudo contener las lágrimas mientras escuchaba con atención las palabras de su primogénito, Pablo (55).
A pesar de que el Gobierno heleno decidió que el funeral debía celebrarse como acto privado -la monarquía en Grecia fue abolida en 1974- y no se preveía una capilla ardiente, finalmente, se cumplió con el deseo familiar de dar a la población la oportunidad de acercarse al féretro por un par de horas. Previo a la misa, más de 5.000 personas se desplazaron hasta el templo. La ceremonia prevista para este sábado será completamente distinta.
Constantino de Grecia falleció el 10 de enero, a los 84 años, tras ser ingresado en estado crítico en un hospital de Atenas. En los últimos años había sufrido varios baches de salud que lo obligaron a permanecer bajo observación médica en repetidas ocasiones.