Acaba de cumplir 42 años y, pese a no tener tratamiento de princesa, cuenta con el título de ser la más mediática de los Windsor y la sobrina preferida de Carlos III (74 años). Según los expertos en realeza británica, Zara Tindall es la royal no royal perfecta por su espontaneidad, frescura y estilo. Casada desde hace más de una década con el exjugador de rugby Mike Tindall (44), no falta en los grandes acontecimientos de la Casa Real. Por supuesto estuvo en la coronación, colocada en cuarta fila, justo detrás del príncipe Harry (38), y en el concierto que sirvió como fin de fiesta.
Es la hija pequeña de la princesa Ana (72), fruto de su matrimonio con el capitán Mark Phillips (74), y ocupa el puesto 20 de la línea sucesoria. No tiene deberes institucionales, aunque colabora en muchas causas benéficas. Estudió enfermería y fisioterapia y la equitación es su gran pasión, a la que se dedica profesionalmente consiguiendo una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, entre otros trofeos.
También es una experta en hockey, atletismo y gimnasia, que ha practicado durante sus años de colegio y universidad. Las carreras de Ascot son, sin duda, uno de sus eventos preferidos del año en Inglaterra, donde siempre acude luciendo impecables estilismos que la llevan a rivalizar incluso con Kate Middleton (41).
Con un carácter muy diferente al de su madre, que es el ejemplo de la sobriedad, la nieta de Isabel II siempre ha destacado por su naturalidad y también por una cierta rebeldía. Además, en los últimos tiempos ha adquirido aún más popularidad gracias a su marido, que en 2022 fue protagonista de un conocido reality de la televisión inglesa llamado I’m a Celebrity…Get Me Out of Here, grabado en la jungla australiana. Allí, Mike no sólo habló largo y tendido de su matrimonio, la propia Zara apareció ante las cámaras para sorpresa de muchos fans reales.
Viajó hasta el país de Oceanía para darle una sorpresa al padre de sus hijos y protagonizaron momentos muy románticos ante las cámaras. Además, ella ha participado en varias ocasiones en los proyectos audiovisuales de Tindall en YouTube. La última vez en enero, cuando se dejaba entrevistar por él en la serie Mike Drop. No temen la exposición pública y los Windsor tampoco parecen incómodos con esto.
Si hay algo que define el matrimonio de Zara es complicidad y diversión. Se conocieron en la Copa del Mundo de Rugby celebrada en Australia en 2003 a través de un amigo común y surgió la chispa. Se comprometieron en 2010 y se casaron un año más tarde en la iglesia de Canongate en Edimburgo (Escocia). Son padres de tres niños, Mía (9), Lena (4) y Lucas (2). Este último nació de manera imprevista y ella se vio obligada a dar a luz en el baño de su casa.
Así lo contó Mike en uno de sus pódcast: "El domingo se puso interesante porque un pequeñín llegó en mi casa… nació muy deprisa. No llegamos al hospital. Lo hizo en el suelo del baño, así que sí, fue correr al gimnasio, coger una colchoneta, volver al baño, ponerla en el suelo, toallas, y respirar, respirar, respirar". Sucedió en su finca familiar de Gloucestershire, donde viven rodeados de naturaleza con sus mascotas.
El matrimonio mantiene una excelente relación con los Príncipes de Gales y es habitual verles compartiendo risas y bromas cuando coinciden en público. También con los duques de Sussex, a quienes arroparon durante su vuelta a Londres por el Jubileo de la Isabel II. Dicen que Zara era el ojito derecho de la fallecida Reina y, desde luego, lo es de Carlos III.
Fue precisamente el actual monarca británico quien eligió su nombre, según ha contado la princesa Ana. "El bebé tuvo una llegada bastante repentina y positiva, y mi hermano pensó que Zara (un nombre griego que significa 'brillante como el amanecer') era un nombre apropiado", confiesa. Era la primera sobrina para él y además de su hermana favorita, que ha sido su gran apoyo a lo largo de toda su vida, y estas dos circunstancias la hacen muy especial.
Para terminar, una de las anécdotas que más titulares ocupan en los últimos tiempos en la prensa británica. Zara, que siempre destaca por sus cuidadas elecciones de moda en sus apariciones públicas, ha conseguido transmitir ese interés a su marido, al menos en lo que a los complementos se refiere. Mike suele probarse los sombreros y tocados de su esposa después de que ella los luzca y siempre se fotografía con ellos con el fin de crear contenido para sus redes sociales, donde acumula más de 500.000 seguidores.