La impactante imagen del rey Juan Carlos en silla de ruedas en la boda real de Jordania de la que todos hablan
El Emérito llegó al palacio de Zahran caminando con bastón, pero luego tuvo que recurrir a este medio para desplazarse.
2 junio, 2023 08:44La presencia de los Reyes Eméritos en la boda del heredero al trono de Jordania ha dejado imágenes sorprendentes y un sinfín de comentarios sobre la frialdad del reencuentro. Pero, sin duda, el momento más llamativo ha sido éste: Juan Carlos I (85 años), en silla de ruedas para dirigirse al salón donde se oficiaba la ceremonia. A su lado, impasible, la reina Sofía (84), caminando a su lado, pero manteniendo las distancias.
El padre de Felipe VI (55) llegó al enlace del príncipe Hussein (28) caminando, apoyado en un bastón y ayudado por su fiel asistente, Vicente García-Mochales. Se notaba que sus problemas de movilidad habían aumentado, ya que iba muy lento y con bastante dificultad. Aún así, quiso entrar en el Palacio de Zahran por su propio pie y saludar de este modo al rey Abdalá (61) y a su esposa, Rania (52).
El tesón del rey Emérito es innegable, aunque finalmente no pudo evitar tener que recurrir a la silla de ruedas, quizá demasiado cansado para continuar caminando. No es la primera vez que se ve esta imagen, ya que en 2018 fue operado de la rodilla y abandonó así el hospital, pero sí en un evento como éste.
Los Eméritos hicieron el recorrido hasta su destino casi sin mirarse. Juan Carlos I sentado en su silla de ruedas, y la reina Sofía, caminando a cierta distancia. Una vez dentro de la sala, se sentaron juntos, aunque nuevamente no hubo demasiado contacto entre ellos; la frialdad se mantenía. Terminada la entrega formal de anillos, el Emérito volvió a caminar para felicitar a los novios. Siempre ayudado por su persona de confianza, aguantó pacientemente la cola.
Más tarde, la pareja real asistió a la recepción nupcial ofrecida por los recién casados en el Palacio de Al Husseiniya. El suegro de Letizia (50) repitió la hazaña y caminó para estrechar la mano de sus anfitriones. La razón para que siempre trate de hacer un esfuerzo, a veces titánico, para mantenerse en pie en sus apariciones públicas hay que buscarla en su obsesión por no acabar en una silla de ruedas como le sucedió a su madre, María de las Mercedes.
Así lo reveló en 2019 una fuente consultada por EL ESPAÑOL a raíz de un ingreso de Juan Carlos I en la clínica Quirón de Madrid para una revisión. "Tiene unos dolores de cadera insoportables. Ese es todo el problema y la verdad: tiene mala solución. Y esto es una cosa que le obsesiona porque no quiere que nadie le vea en silla de ruedas", dijo.
De hecho, esa misma fuente relataba que en esa visita al hospital, el Emérito tuvo una reacción sorprendente cuando, al salir del ascensor sentado en su silla, una persona lo reconoció pese a trataba de ir de incógnito. "Vimos a dos personas que le reconocieron al segundo y el Jefe dio un salto para ponerse de pie que yo hacía muchos años que no le veía con esa agilidad. La situación le crea mucha frustración porque él quiere volver a algo que no va a pasar nunca. La edad es la edad y 81 años son muchos", confesó.