Mette-Marit de Noruega se sincera tras la detención de su hijo por violación: "Ha sido un año duro. No vamos a ocultarlo"
- La Princesa también ha contado que durante un "largo tiempo" la familia ha recibido ayuda profesional del sistema de salud.
- Más información: Marius Borg se escapa de la clínica de rehabilitación de Londres e intenta quebrantar una orden de alejamiento.
La princesa Mette-Marit de Noruega (51 años) ha roto su silencio este pasado miércoles, 25 de diciembre, tras la detención de su hijo Marius Borg (27), acusado de varios delitos sexuales. La nuera del rey Harald (87) se ha sincerado como nunca en un programa especial de la cadena estatal NRK.
Sostiene Mette-Marit que 2024 ha sido un año "muy duro", y que la familia ha recibido "ayuda profesional" del sistema sanitario después que estalló el escándalo de Marius.
"Ha sido duro. No se puede decir otra cosa. Ha sido muy, muy duro para nosotros", ha declarado la esposa del príncipe heredero de Noruega, Haakon (51), al programa El año con la familia real de la cadena estatal NRK.
Apunte informativo: La policía se puso en contacto con Mette-Marit para hacerle saber que iban a detener a su hijo: la futura reina avisó a su primogénito y este, se deshizo de pruebas de gran importancia. https://t.co/YFIXQzCu0H
— Jose Moreno (@Josemn1_) December 25, 2024
"Si tuviera que elegir una palabra para este año, creo que sería exigente. Ha sido un año exigente y un otoño exigente para nosotros. No vamos a ocultarlo", ha reconocido la Princesa.
Mette-Marit también ha contado que durante un "largo tiempo" la familia ha recibido ayuda profesional del sistema de salud, sin detallar si se refería a ayuda psicológica.
"No creo que hubiésemos sido capaces de soportar una situación así sin esa ayuda, juntos como familia, y al mismo tiempo mantener nuestras obligaciones para con el pueblo noruego", ha señalado la Princesa, cuyo hijo Marius es fruto de una relación anterior y no forma parte oficial de la Familia Real.
Conviene recordar que Høiby quedó en libertad a finales de noviembre, después de que la Policía renunciase a pedir una extensión de la prisión preventiva de una semana dictada por un juzgado por la presunta comisión de dos violaciones.
El joven de 27 años, además, está siendo investigado por otro delito sexual contra otra mujer. En total hay siete agraviados -de ellos, seis mujeres- en el caso contra Høiby, imputado también por lesiones y daños a tres exnovias, amenazas a un hombre y conducir sin carné.
Høiby no tiene compromisos oficiales con la Casa Real, aunque acude a algunas celebraciones como los cumpleaños de sus hermanastros y siempre ha mantenido la relación tanto con Haakon como con los reyes Harald V y Sonia (87). No cabe duda de que el horizonte del hijo mayor de la Princesa es cuanto menos complicado.
La Familia Real noruega despide, en efecto, un año marcado por los escándalos. A la detención de Marius se unen las polémicas en torno a la princesa Marta Luisa de Noruega (53), así como la delicada salud del rey Harald o la enfermedad que afecta a la esposa del príncipe Haakon, la fibrosis pulmonar.
La fuga de Marius
Tras permanecer en prisión preventiva durante una semana por su vinculación a dos supuestos casos de violación, el primogénito de la princesa Mette-Marit salía de la cárcel el 27 de noviembre con tres órdenes de alejamiento a sus espaldas, pero sin restricciones de movilidad.
Lejos de dejar a un lado la polémica, Marius sigue siendo el protagonista indiscutible una vez más de los nórdicos. Tal y como reveló a la revista Se og Hør, el hermano de la princesa Ingrid Alexandra (20) puso rumbo a Londres solo unos días después de su salida de prisión. Allí, Borg ingresó en una clínica de rehabilitación para comenzar un tratamiento contra las adicciones que padece.
Sin embargo, según el citado medio, Marius Borg Høiby habría permanecido tan solo unos días en el centro británico. El pasado día 8 de diciembre el joven se escapó de la clínica, interrumpiendo así su tratamiento y volviendo a poner a la Familia Real de Noruega en el ojo del huracán.
Tras su salida voluntaria del centro de rehabilitación británico, Marius Borg además intentó ponerse en contacto con una de las jóvenes a las que presuntamente habría agredido sexualmente, quebrantando así una de las órdenes de alejamiento que le fueron impuestas una vez se le concedió la libertad.