Irene Urdangarin (18 años) ha vuelto a reunir a su familia. Este pasado viernes, 16 de junio, la hija menor de la infanta Cristina (58) celebró su graduación y además, festejó por todo lo alto su llegada a la mayoría de edad. Un día especial que no quisieron perderse sus padres y hermanos. Tampoco los Reyes eméritos ni algunos de sus primos. Todos ellos viajaron a Ginebra, Suiza, donde reside la joven, dejando imágenes y momentos memorables.
El gran punto de encuentro fue el Hotel Four Seasons Des Bergues de Ginebra. Aunque llegaron por separados y en ningún momento se les vio a todos juntos, tanto los Borbón como los Urdangarin se hospedaron en el mismo lugar. Se trata de un exclusivo alojamiento, con comodidades y servicios de lujo, cuyo precio por noche ronda los 1.250 euros, escogiendo la habitación más básica.
Las primeras imágenes se produjeron durante la mañana, sobre las 11:00, precisamente en la entrada del hotel y previo al gran evento. En la puerta del Four Seasons se pudo ver a la protagonista del día, Irene, de la mano de su abuela paterna, Claire Liebaert, y su padre, Iñaki Urdangarin (55). También a la infanta Cristina y a sus tres hijos varones, Juan Valentín (23), Pablo (22) y Miguel (21). Así como Victoria Federica de Marichalar (22).
Todos lucían estilismos cómodos y de corte informal. Destacó, sobre todo, el de Irene Urdangarin, quien se decantó por un look estilo boho que forma parte de la nueva colección de Zara. No fue el outfit definitivo, ya que horas más tarde se les vio con un atuendo más formal. Victoria Federica, por ejemplo, llegó a Ginebra con unos vaqueros, top y chanclas, y para la graduación se cambió a un dos piezas de raya y zuecos.
Tanto a los Reyes eméritos como a la infanta Elena (59) y Froilán de Marichalar (24) se les vio antes de poner rumbo a la graduación. Salieron del hotel por separado, pero se desplazaron en el mismo coche, al que también se subió Victoria Federica. La reina Sofía (84) optó por un elegante outfit de dos piezas en colores beige y negro que forma parte de su fondo de armario. Mientras que su hija mayor, fiel a su línea estilística, optó por un vestido estampado que completó con una americana, sombrero y gafas de sol.
Tanto Juan Carlos (85) como su nieto vistieron de traje. En el caso del Emérito destacó su corbata verde, color que se ha asociado a la Corona por la connontación de sus siglas (Viva el Rey de España). Más tarde, se desprendió de este complemento, demostrando que en su caso también hubo un ligero cambio de look.
Aunque intentaron llevar a cabo cada movimiento con máxima discreción no lograron pasar desapercibidos. El Rey emérito, inluso, saludó a quienes se congregaban a las afueras del hotel para ser testigos de esta jornada memorable. No pudo ocultar su felicidad y siempre se mostró sonriente. El mismo gesto lo mantuvo la reina Sofía, quien tal y como ha podido conocer EL ESPAÑOL tiene una especial complicidad con su nieta Irene. El resto de la familia, en cambio, se mantuvo con total seriedad.
A pesar de que era el detalle más esperado, no hubo foto familiar. Al menos, de momento, no ha trascendido públicamente. La graduación y fiesta por la mayoría de edad de Irene Urdangarin suponía el reencuentro de su padre con el rey Juan Carlos después de cinco años. Aunque no hay imágenes públicas de aquello, se supo que a finales de 2018 los Eméritos viajaron a Ginebra para acudir al cumpleaños de Iñaki. Fue poco antes de que el exduque de Palma entrara en prisión y desde entonces, no hay constancia de que se reuniera en alguna ocasión con sus exsuegros.
La graduación y fiesta de cumpleaños de Irene también suponía el reencuentro de la infanta Cristina y Urdangarin en pleno proceso de divorcio. Aunque se barajaba que los exduques de Palma finalizaran el trámite una vez que su hija menor alcanzara la mayoría de edad -evitando convenios de custodia-, de momento no hay confirmación de la firma de su separación.