A punto de disputarse la final masculina de Wimbledon, entre Novak Djokovic (36 años) y Carlos Alcaraz (20), el príncipe Guillermo (41) y Kate Middleton (41) han llegado al All England Club de Londres para ser testigos del colofón del torneo. Pero no han acudido solos. Los príncipes de Gales están acompañados de sus dos hijos mayores, George (9) y Charlotte (8). 

Aunque Kate Middleton se había convertido en la gran protagonista del campeonato, al margen de los tenistas, esta vez ha sido la princesa Charlotte quien ha acaparado el foco mediático, robando el protagonismo a su madre. Se trata de su primera vez en Wimbledon y lo vive con especial alegría.

Para la ocasión, la pequeña ha lucido un vestido de estampado floral y fruncido en la cintura firmado por la tienda española Friki, lo que supondría un guiño al tenista español Carlos Alcaraz. Si bien es cierto que la Princesa tiene una amplia colección de ropa made in Spain, no ha dejado nada al azar. Lo ha combinado con unos zapatos blancos de la marca británica Papouelli Shoes y un delicado peinado semirrecogido. 

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Los príncipes de Gales junto a sus hijos, en la final de Wimbledon. Gtres

Charlotte se ha mostrado con una gran sonrisa, sobre todo tras recibir un regalo por parte de los organizadores del torneo. Las imágenes captadas por los fotógrafos dejan al descubierto que tanto la Princesa como su hermano han obtenido una bolsa blanca nada más llegar al club, de la que no se ha desprendido en su recorrido a las gradas. Un obsequio especial que tendría elementos alusivos al partido y que sólo le han entregado a los más pequeños, ya que ni el príncipe Guillermo ni Kate Middleton llevaban algo similar en sus manos. 

George y Charlotte también han podido jugar y acariciar a una perra policía llamada Stella, además de intercambiar algunas palabras con Mu'awwiz Anwar, la persona encargada de realizar el lanzamiento de la moneda antes del partido. 

Charlotte y George junto a su padres en la final de Wimbledon. Gtres

Aunque Charlotte ha sido la gran protagonista entre los royals británicos, el look de la Princesa de Gales tampoco ha pasado inadvertido. Siguiendo la misma línea que en partidos anteriores, Kate Middleton ha vuelto a elegir el color verde. Esta vez se ha decantado por un elegante vestido de corte midi y manga corta, firmado por Roland Mouret y valorado en 870 euros, que ha completado con el lazo alusivo a Wimbledon, además de unos salones nude de Gianvito Rossi y bolso de mano de Emmy London.

Tanto Guillermo como George han vestido de traje y corbata. Para el pequeño heredero, a diferencia de su hermana, su asistencia a Wimbledon no es una experiencia nueva, ya que el año pasado también acudió con sus padres a la final del torneo. 

Esta vez, los Príncipes de Gales han coincidido con el rey Felipe VI (55), quien ha viajado a Londres para apoyar a Carlos Alcaraz. El monarca ha visto el partido desde el palco junto a los royals británicos y un sinfín de celebridades invitadas. 

Charlotte y George en el palco de Wimbledon. Reuters

Una vez en las gradas, la princesa Charlotte y el príncipe George han vuelto a ser protagonistas, acaparando el foco por sus tiernos e inocentes gestos. La hija mediana de Kate Middleton y Guillermo, que sumó a su estilismo unas gafas de sol redondas en tono rosa palo, se ha mostrado 'nerviosa' ante las jugadas de Alcaraz y Djokovic. En un momento, incluso, se le ha visto cruzar sus dedos y llevarse las manos a la boca. Su hermano también ha visto tenso y emocionado a partes iguales.