El año 1997 no fue sencillo para la Familia Real británica y en especial para el príncipe Guillermo (41 años) y Harry (39) tras el fallecimiento de Diana de Gales en un accidente de coche en París. Si los hijos de la princesa ya eran foco de la prensa, su muerte agravó la situación convirtiéndoles en los protagonistas involuntarios siendo todavía adolescentes.
Por aquel entonces, Guillermo tenía 15 años y tuvo que hacer frente a una situación que, tal y como refleja ahora The Crown, le superó. Este jueves, 14 de diciembre, se han estrenado los últimos capítulos de la serie que durante siete años ha hecho un recorrido por la historia de los Windsor y la reina Isabel II.
El primero de estos episodios estrenados está dedicado íntegramente a cómo el actual príncipe de Gales vivió el fallecimiento de su madre, el acoso de la prensa y de las fans y una gran pelea con su padre, el rey Carlos III.
Después de insistir en realizar a pie el cortejo fúnebre de su madre, comenzó lo que en la serie han denominado como la Guillermomanía: todo el mundo enloqueció por él. Durante su estancia en Eton, centro en el que estudiaba, el primogénito recibió miles de cartas tanto de compañeros del colegio como de seguidoras repartidas por todo el mundo que buscaban consolarle y ganarse su corazón.
Fue entonces cuando, contra su voluntad, pasó a ocupar el puesto que había dejado su madre en cuanto a popularidad se refiere. Tal y como refleja ahora The Crown, se convirtió en el foco de las cámaras y allá por donde iba había gente que quería conocerle. "Ha sido de locos, como si llegara una estrella del pop", confiesa Carlos III en una conversación telefónica junto a Camila y añade: "A diferencia de Diana, Guillermo es un chico tímido y no se siente cómodo con tanta atención".
Hay un momento en el episodio Pasión por Guillermo que refleja como incluso llega a opacar a su abuela, la reina Isabel II, en un acto institucional donde los gritos, las pancartas y los "Guillermo, te quiero" acaban convirtiéndose en los protagonistas. Una situación que sucedió en la realidad y de la que todavía se pueden encontrar imágenes en la hemeroteca.
Toda esta presión pública a la que fue sometido, llegó a afectar a la relación que tenía con su padre, a quien culpó del fallecimiento de Diana y de haber ayudado a que la opinión pública y los medios de comunicación centrasen en ellos la atención.
"Hay un nuevo rompecorazones en la ciudad. Alto, rubio y bendecido con la hermosura de su madre, Guillermo es oficialmente una sensación. El mundo se ha visto seducido por la Guillermomanía. Con sus sonrojos y su tímida sonrisa, el joven príncipe parece a veces avergonzado por la fama", dice un presentador una escena que recrea lo que ocurrió en un viaje oficial a Canadá en 1998.
Guillermo en la actualidad
Desde aquellos momentos han pasado 26 años y la historia ha cambiado para él. Guillermo es ahora el primero en la línea de sucesión al trono británico tras la coronación de su padre como rey. Aquel corazón por el que se peleaban sus fans acabó ocupándolo Kate Middleton (41), con quien se casó en 2011. Aunque sigue siendo una persona tímida, los años de experiencia le han llevado a tratar con naturalidad situaciones que antes detestaba.
De hecho, el primogénito de Carlos III y Diana de Gales es considerado el hombre calvo más sexy del mundo, según publica el periódico The Sun. Todo ello después de que un estudio anual analizase los parámetros de búsqueda en Google y las medidas faciales del príncipe. Cada vez con más compromisos profesionales y más relevancia dentro de la monarquía británica, el príncipe de Gales se prepara ya para ser el próximo rey británico.