La recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España, compuesto por 126 embajadas residentes en nuestro país y casi 800 Consulados, 153 de carrera y más de 600 honorarios, es una cita marcada en rojo en la agenda de Felipe VI (56 años) y Letizia (51). Pero si cabe, también se ha convertido en uno de sus actos más anecdóticos.
Si el año pasado era noticia el desplante que sufrió la Reina por parte del embajador de Irán, quien se negó a etrecharle la mano por un asunto cultural, este miércoles, 31 de enero, es reseñable el bonito gesto que ha tenido el monarca con su mujer, actuando más como esposo que como Rey.
No se sabe con exactitud, pero en determinado momento de la recepción, que ha tenido lugar en el Palacio Real, a Letizia se le caído la pulsera que llevaba. Ha pasado desapercibido porque la Reina ha sabido ocultarla con la falda de su vestido con total naturalidad.
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La pérdida de su pulsera de diamantes y zafiros se ha hecho evidente cuando ha concluido la recepción. Ha sido en ese momento cuando Letizia se ha agachado para recogerla.
Casi al mismo tiempo se ha acercado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (51), acompañando en su camino a Felipe VI y Letizia. Entretanto, la Reina ha intentado ponerse la pulsera, aunque sin éxito. Así, ha tenido que pedir ayuda a su marido, quien amablemente y con el mandatario de testigo, le ha vuelto a abrochar la joya.
Tras su ayuda, Felipe VI también ha intercambiado un simpático gesto con Pedro Sánchez, dando a entender que independientemente del protocolo, a veces toca más ejercer de esposo que de monarca. La escena ha durado sólo 30 segundos, pero ha sido el tiempo suficiente para plasmar la gran anécdota del acto.
La pulsera de zafiros y diamantes por la que ha apostado Letizia ha dado el toque final a un juego de joyas muy especial que la Reina ha vuelto a lucir después de muchos años. Se trata un collar y unos pendientes, confeccionados con las mismas piedras, que los eméritos Juan Carlos (86) y Sofía (85) regalaron a su nuera con motivo de su boda con Felipe VI. La primera vez que los llevó fue el 21 de mayo de 2004, en la cena preboda celebrada en El Pardo.
La recepción al Cuerpo Diplomático es un acto de gala, cuya etiqueta es traje largo de día. La Reina ha cumplido estrictamente con el protocolo, luciendo este despliegue de impresionantes joyas como complemento de un vestido azul marino que no es nuevo en su vestidor y cuyo diseñador sigue siendo un misterio. La pieza es de escote pico, manga larga y falda de vuelo. Este último detalle que le ha servido de aliado para ocultar durante unos instantes la caída de su pulsera.
Cabe recordar que no es la primera vez que a Letizia se le desprende una de sus joyas. En la Pascua Militar de 2022, cuando precisamente llevaba el mismo vestido que ha elegido este miércoles, se le cayó el broche de perla y brillantes que decoraba su look. Entonces ocurrió una situación similar a la de este miércoles. Fue Felipe VI quien se dio cuenta del percance, agachándose para recogerlo y devolviéndoselo a su mujer.