Este viernes, 9 de febrero, a última hora de la mañana, la familia de Víctor Manuel de Saboya se ha desplazado, rota de dolor, a su capilla ardiente, celebrada en la capilla de San Huberto, en Italia, Turín, una de las residencias de la extinta Casa Real de Saboya. Se ha tratado de un responso celebrado en la más estricta intimidad.
Era el pasado 3 de febrero cuando Víctor Manuel de Saboya, hijo de Umberto II -último rey de Italia-, fallecía a los 86 años, según anunció la Casa Real en un comunicado. Su entierro y último adiós tendrá lugar este sábado, 10 de febrero, en la basílica de Superga, en Turín. No se espera que acuda ningún miembro de otras familias reales europeas.
Así, un centenar de personas han querido rendir homenaje, en la capilla de Sant'Uberto, al hombre conocido como el príncipe que nunca reinó. Hombres y mujeres de todas las edades -algunos con la antigua bandera italiana cuando aún existía la monarquía-, aguardaban en las puertas de la capilla para mostrar su respeto al difunto.
En el interior de la capilla se encontraban Manuel Filiberto (51 años), único hijo del fallecido Víctor Manuel y conocido como el príncipe rebelde, el príncipe Serge de Yugoslavia junto a su hermana Helena y su marido, Stanislas Fougeron.
El ataúd está envuelto por una gigantesca bandera que lleva el escudo de la Casa Real de Saboya, además de contar con varias coronas de rosas blancas, azules y rojas, para formar el símbolo de la casa, cubiertas por el estandarte real. El tanatorio permanecerá abierto hasta las 21:00 horas.
"Era un padre, un amigo, un maestro. Y a pesar de este triste momento, las últimas tres semanas con él fueron muy hermosas: estaba tranquilo y hablamos de muchas cosas. Sus amigos también vinieron a visitarlo y fue un momento apropiado antes de que se fuera. Decidió quedarse dormido y no volver a despertar nunca más. Lo que alivia es el hecho de que no sufrió", ha señalado Manuel Filiberto durante la ceremonia, según la agencia de noticias italiana ANSA.
En esta emotiva despedida, Manuel Filiberto ha añadido: "Con toda esta lluvia, hoy incluso Turín está llorando. Agradezco a todos por haber venido a pesar de la lluvia. Turín es la ciudad que amaba y en la que quería descansar y creo que le está rindiendo un hermoso homenaje. Me conmueven todos los mensajes que han llegado y ver gente corriente que viene aquí con lágrimas en los ojos. Quienes conocieron a mi papá lo querían muchísimo, porque era una persona extraordinaria, que era igual con todas las personas, desde las más humildes hasta las más importantes".
A primera hora de la tarde de este viernes, día 9, también han llegado al tanatorio la mujer y ahora viuda de Víctor Manuel de Saboya, la princesa Marina Doria, la mujer de Filiberto, Clotilde Courau (54), y las princesas Victoria (20) y Luisa (17).
La que fuera mujer del hijo del último Rey de Italia, Marina Doria, ha acudido al velatorio vestida de negro y con el rostro circunspecto, a pesar de que no se ha quitado las gafas de sol en ningún momento. Durante su estancia, no ha podido evitar la tristeza por la pérdida de su marido y ha sacado de su bolsillo un pañuelo para secarse las lágrimas.
Además, también ha estado presente el exmiembro del Parlamento Europeo, Mario Borghezio (76) y los guardias de honor. Se espera que el presidente del Senado italiano, Ignazio La Russa (76), también haga acto de presencia este viernes.
Con motivo del funeral de Víctor Manuel previsto para este sábado, 10 de febrero, la Catedral de Turín se abrirá a las 13:00 horas para el acceso de los invitados. Siempre según lo planificado, la familia llegará en torno a las 14:45 horas y, tan sólo cinco minutos después, entrará el féretro acompañado de su único hijo.