Kate Middleton (42 años) es la protagonista indiscutible de la prensa global. En el mundo entero no se habla de otra cosa que de la princesa de Gales y el caos que afrontan los Windsor, y especialmente el príncipe Guillermo (41), tras la foto manipulada de la futura reina consorte. "Un desastre" en términos de relaciones públicas, según explica a EL ESPAÑOL el experto royal Richard Fitzwilliams, que pone en duda la credibilidad de la Corona.
"Fue un día extraño. La foto mostraba un aspecto saludable. Sin embargo, ha sido un desastre de relaciones públicas que ha copado los medios de comunicación", confiesa Fitzwilliams a este periódico, tras ser preguntado por el ambiente que se vive en Londres. "Lo que pretendía ser una fotografía familiar feliz que acallara los rumores, ya que Kate llevaba dos meses y medio sin aparecer públicamente, se convirtió en una crisis", dice el experto en Casa Real.
La foto publicada el pasado domingo, 10 de marzo, Día de la Madre en Reino Unido, ya hacía saltar todas las alarmas. El caos, sin embargo, se generó cuando las agencias de prensa decidieron retirarla de sus servidores porque incumplía con las normas de estilo. Todo apuntaba a que se trataba de una imagen retocada y así lo terminó de confirmar la propia Kate, incrementando el revuelo mediático.
"Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre", rezaba el comunicado firmado por la princesa de Gales.
"Se convirtió en una crisis después de que las agencias retiraran la foto. Le siguió una disculpa sin precedentes y, a continuación, el primer breve avistamiento de ella", relata Fitzwilliams, también consultor de relaciones públicas.
Sobre la imagen en cuestión, se ha puesto el foco en los detalles de la edición, pero también en la ausencia de la alianza de boda y el anillo de compromiso de la princesa de Gales. Un dato especialmente llamativo, pues ha hecho que se desaten todo tipo de rumores sobre su matrimonio con Guillermo. De este tema, el experto royal indica: "Puede que no tuviese mala intención, pero en este caso, los problemas de credibilidad y confianza son significativos".
Richard Fitzwilliams recuerda que es importante el derecho a la intimidad que respalda a Kate Middleton, "sobre todo después de una operación importante". Pero independientemente de ello, asegura que el equipo de relaciones públicas de Palacio "ha cometido importantes errores". El experto confirma que "el asunto se ha convertido en una extraña crisis que domina las redacciones, en la era de las noticias falsas y la amenaza de la inteligencia artificial".
Sobre el príncipe Guillermo y Kate Middleton recuerda que "son la pareja real de más alto perfil del mundo y con una enorme influencia en la caridad". Por ello, les "tomará tiempo" salir de la crisis que se ha generado. En opinión de Richard Fitzwilliams tendrían que tomar acciones más pronto que tarde: "Deberían recuperar sus iniciativas una vez que ella vuelva a sus compromisos reales después de Semana Santa".
Marina Fernández, directora de Comunicación y Relaciones Internacionales del Grupo Escuela Internacional de Protocolo advierte sobre las consecuencias a futuro. "Desde la muerte de Diana se cambiaron las reglas del juego y ahora se podrían volver a cambiar. La distribución por parte de Kensington Palace de una foto trucada puede suponer un nuevo punto de inflexión", explica a este periódico.
Aunque desde el punto de vista sucesorio su figura podría ser "irrelevante", recuerda Fernández que "Kate Middleton, a nivel comunicativo, es absolutamente necesaria para la construcción de marca Royal Family, que se extiende a marca Reino Unido". En este sentido, asegura la experta en relaciones institucionales, los Windsor "están perdidos".
Lo que ha pasado esta semana, analiza Marina Fernández, "no es una actitud habitual de Buckingham ni propia de la institución". Esto, además de "no haber sido claros desde el inicio con la situación de salud de la princesa de Gales", ha desencadenado el caos.
"No hacía falta dar detalles médicos privados para ser claros. Han desatado una tormenta de especulaciones en la sociedad internacional y han creado una crisis de confianza del pueblo hacia la institución de la Corona", explica. Sobre el problema, añade: "En un país tan monárquico como Reino Unido, la pregunta que se están haciendo es '¿si no podemos confiar en la institución de la Corona, en quién podemos confiar?"
Los ingleses viven así una situación sin precedentes y ajena. Recuerda Marina Fernández que "la reina Isabel II se caracterizó por ejercer esa figura de Jefatura de Estado que inspiraba confianza por encima de cualquier primer ministro. Daba igual quién estuviera en Downing Street. Y ahora mismo, los británicos están desorientados".