Semana de fiesta en la Corona española. El próximo miércoles, 19 de junio, Felipe VI (56 años) cumplirá 10 años en el trono. A propósito de ello, Casa Real ha preparado una intensa agenda de actos conmemorativos que están previstos para la misma fecha en la que el monarca fue proclamado Rey. Las celebraciones, no obstante, comenzaron el pasado sábado, día 15, con la distribución de una serie de imágenes del soberano posando en su despacho de La Zarzuela.

El álbum lo componen seis fotos -tres de ella en blanco y negro- y una grabación de dos minutos en las que se ve al monarca sentado frente a su escritorio, de pie ante el ventanal que da a los jardines de la Zarzuela y apoyado sobre la mesa de reuniones mirando el móvil.

Con esta serie de imágenes se ha vuelto a poner el foco en los detalles del despacho del Rey. Un espacio que bien pudo conocerse en los meses de pandemia, pues desde allí, Felipe VI y Letizia (51) solían mantener reuniones mediante videoconferencia. Respecto a entonces, no hay mayores cambios. Salvo el orden de algunos elementos todo sigue igual, con su característica estética barroca. 

La sala la preside un retrato de Carlos III, con las banderas de España y de la Unión Europea a un lado y, más pequeño, el estandarte granate de Felipe VI. En su escritorio hay una variedad de elementos. Por un lado, libros y cuadernos. Por otro, distintos adornos, como la reproducción en miniatura de la Copa del Mundo que ganó la Selección de Fútbol de España en 2010 o un par de portarretratos con fotos familiares. 

Junto al escritorio, en una esquina, se encuentra una especie de mueble auxiliar en la que el monarca ubica otros elementos decorativos. Frente al ventanal con vistas a los jardines de La Zarzuela y decorados con cortinas blancas y terracota que van de suelo a techo, se encuentra una mesa de mayor tamaño, con varios textos y un gran reloj. Debajo de esta, una alfombra que mantiene la misma estética clásica del espacio.

El despacho del rey Felipe VI también incluye una mesa redonda con un centro de mesa de flores, donde el soberano mantendría algunas reuniones. Al menos así fue durante la pandemia. Entonces, los Reyes se situaban en este espacio para atender a las videoconferencias previstas. Debajo de este mueble hay otra alfombra, de la misma estética que la anterior.

Aunque no se aprecia en las últimas imágenes difundidas por Casa Real, cabe recordar que detrás de esta mesa, junto al escritorio, hay una biblioteca llena de libros, algunos portarretratos y otra figuras decorativas. La estantería, como el resto de muebles, está hecha en madera, lo que da un tono más oscuro y señorial a la estancia. 

El despacho del hijo del emérito Juan Carlos (86) nada tiene que ver con la oficina de la Reina. Letizia también tiene su propio espacio en La Zarzuela, con un amplio ventanal que, como el de Felipe VI, tiene vistas a los jardines. Esto, si cabe, es lo único en común entre la oficina de uno y otro. 

Si bien el área de trabajo de la Reina sigue una línea similar en cuanto a muebles y disposición, es una oficina minimalista, luminosa, moderna, en la que predomina el blanco y las formas mayoritariamente redondeadas. Todas estas, características son propias del Feng Shui, como explicó en su día a EL ESPAÑOL la interiorista Bárbara Arroyo Rubio. 

La Reina, a diferencia de su marido, prescinde de elementos decorativos. En abril de 2023, en un vídeo difundido por RTVE en el que Letizia felicitaba a Informe Semanal por su 50 aniversario, se pudo advertir que sobre su escritorio sólo reposa un portátil.

En la estantería tampoco hay figuras ni fotos. Algunos de los textos, de hecho, ejercen de elementos decorativos. Es el caso del libro de pintura Sorolla visión de España. Colección de la Hispanic Society of América. Catálogo tamaño XL. En la biblioteca de la Reina también se advierten libros de Arturo Pérez-Reverte o de su amiga Sonsoles Ónega. 

Como Felipe VI, aunque presumiblemente en un área separada por puertas corredizas, Letizia cuenta con una mesa en la que mantiene reuniones, tal y como se pudo advertir en los meses de pandemia. Este mueble sigue la estética moderna del resto de la estancia y dista por completo de la que tiene el soberano en su despacho. También es redonda, pero blanca, con sillas a tono y con patas metálicas. En este espacio sólo se aprecian algunos cuadros de corte abstracta y con marcos en blanco inmaculado que parecen mimetizarse con la pared. 

Desmarcándose del estilo barroco de su marido, Letizia prescinde de cortinas y alfombras. Sobre el suelo sólo reposan los muebles y en las ventanas, para conseguir el black out, utiliza persianas. 

Se desconoce si el despacho de Letizia es una habitación contigua al lugar de trabajo de Felipe VI. Aunque la vista es similar, podrían estar en zonas separadas y conectarse por los jardines de la Zarzuela. Éste detalle, a priori, es el único punto en común en lo que a su oficina se refiere. Ambos están rodeados de naturaleza.