Juan Carlos I, a bordo de 'El Bribón' junto a las zapatillas en un montaje de EL ESPAÑOL.

Juan Carlos I, a bordo de 'El Bribón' junto a las zapatillas en un montaje de EL ESPAÑOL. Gtres

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Las zapatillas de las que el rey Juan Carlos no se ha separado en su estancia en Sanxenxo: sostenibles y antideslizantes

9 octubre, 2024 02:07

Desde el pasado 25 de septiembre, Juan Carlos I (86 años) se ha convertido en el protagonista indiscutible después de haber salido a la luz, por un lado, unas fotografías íntimas en las que aparece en actitud cariñosa junto a Bárbara Rey (74); y, por otro, unos polémicos audios que no sólo confirman la relación que mantuvo con la vedette.

En las cintas, el Emérito departe con su amante de su matrimonio con la reina Sofía (85) y, lo que es más sorprendente, de múltiples cuestiones que atañían al Estado español. Todo ello ha sucedido durante una nueva estancia de Juan Carlos I en España, concretamente en Sanxenxo (Galicia). Mientras que Bárbara ha querido resarcirse pidiendo perdón a la Emérita, Juan Carlos ha permanecido ajeno a la polémica.

En estos días en los que ha participado en las regatas, su gran pasión, ha disfrutado de la rica gastronomía de la zona y ha recargado su energía, también ha recibido la visita de sus hijas, la infanta Cristina (59) y la infanta Elena (60), su hermana, Margarita de Borbón (85), y su sobrina, María Zurita (49). 

Unos días de desconexión en los que el monarca no ha dudado en depositar su confianza en una prenda de ropa. Unas zapatillas de las que no se ha despegado en ninguna ocasión y de las que EL ESPAÑOL tiene todos los detalles. 

Hay un dicho muy conocido que asegura que "no existe el mal tiempo, sino la mala ropa". Tal y como muchos expertos han afirmado con el paso de los años, hay que tener en cuenta varios factores a la hora de elegir el calzado perfecto para navegar, pues es fundamental para ir a bordo del barco. 

A la hora de elegir el calzado para navegar, hay que tener en cuenta varias cosas, como la calidad, tejido y comodidad. Unas características que el emérito Juan Carlos parece haber tenido muy en cuenta a la hora de participar en sus queridas regatas

Fue el sábado pasado, día 5 de octubre, cuando finalizó el Trofeo Xacobeo con el Bribón del rey Juan Carlos adjudicándose su cuarto título europeo consecutivo en la división de Clásicos de la clase 6 Metros, y el finlandés Oiva de Henrik Andersen coronándose en lo más alto del grupo Open. Con la competición ya finalizada, el Real Club Náutico de Sanxenxo celebró una cena de clausura

Juan Carlos I junto a la infanta Elena en los premios de las regatas el pasado 5 de octubre.

Juan Carlos I junto a la infanta Elena en los premios de las regatas el pasado 5 de octubre. Gtres

A la velada, y posterior entrega de premios, acudió el que un día fuera jefe del Estado. Lo hizo junto a su hija mayor, la infanta Elena. Para tan magna ocasión, el abuelo paterno de la princesa Leonor (18) lució las mismas deportivas que ha llevado durante sus dos semanas en Sanxenxo. 

Se trata del calzado deportivo Cloud 5 Waterproof. Unas zapatillas deportivas que se encuentran disponibles en varios colores, pero que el monarca ha elegido en color negro, al ser esta tonalidad la más sencilla a la hora de combinar. Las zapatillas de las que el rey Juan Carlos no se ha separado en toda la semana son sostenibles, antideslizantes y cuestan en torno a los 180 euros

Juan Carlos I ponía fin a sus dos semanas en España este pasado domingo, 6 de octubre, con destino Abu Dabi, su hogar desde hace ya más de cuatro años. Esta ha sido la estancia más larga del Emérito al país desde su exilio, pero también ha sido su viaje más polémico.

Cloud 5 Waterproof.

Cloud 5 Waterproof.

El exmonarca se dirigió al aeropuerto de Peinador, en Vigo, desde tomó un vuelo privado con destino a Lisboa. Ya en la capital lusa, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, le acompañaban su anfitrión Pedro Campos y la pareja de este, Cristina Franze. Desde allí, Juan Carlos I voló hacia Emirates Árabes Unidos. 

Este periódico pudo saber que en el Aeropuerto de Lisboa había un gran despliegue de escoltas, algo poco habitual, además de una "seguridad exagerada". Fuentes de solvencia aseguraron también que el Emérito no iba caminando con su inseparable bastón, sino que en esta ocasión era empujado en una silla de ruedas.