Dan cierto aire de orden en medio del caos que supone un cambio en la vida. Las bodas, como todo ritual, sirven también para engrandecer nuestra presencia y compartir nuestros miedos con la tribu. Lo dice el psicólogo Michael Norton de la Harvard Business School, un experto que ha realizado diversos estudios sobre los motivos por los que nos gustan las bodas. Amantes de las bodas: pasen y vean, porque esta semana toca disfrutar. Tres son las grandes bodas que se celebran esta semana. Por eso la hemos bautizado como 'la semana de la boda'.

Hace ya unos días que Gabriela Palatchi (25), la hija casamentera del presidente de Pronovias, está instalada en Barcelona para llevar a cabo los preparativos de su bodorrio. Se comprometió desde hace menos de un año con Ediz Elhadef (39), un turco hijo del propietario de una de las mayores cadenas de centros comerciales de su país. Juntos forman una pareja espectacular, que ha llenado páginas tanto en España como en Turquía, donde vive la pareja desde que empezaron su relación.

Esa lejanía provocó cierta incomodad en Alberto Palatchi, padre de la novia, un sentimiento incómodo que ha ayudado a aplacar su mujer, Susana Gallardo, miembro de la familia propietaria de los laboratorios Almirall. Con tantos apellidos ilustres, la boda no puede ser cualquier cosa.

Se celebra este fin de semana en Puigcerdà, en la casa de campo que tienen los Palatchi en el Golf de la Cerdanya. Los invitados, procedentes de todo el mundo -los novios, antes de conocerse, han vivido en diversos continentes- tienen su primera cita el viernes, cuando se celebra una fiesta de recepción. El sábado tendrá lugar la ceremonia, a la que se espera que acudan personajes como Vega Royo Villanova, amiga de la novia, o Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, amigos de los padres.

Al parecer los novios han pactado una exclusiva del enlace con una revista española. Podría ser que también aparecieran en alguna publicación turca, porque el novio es allí una celebridad, más incluso que los Palatchi aquí. Guapo, elegante, presumido y muy marchoso, Elhadef ha tenido muchas novias en su vida, lo que le ha convertido en carne de papel couché. Y a sus 39, este playboy turco ha decidido sentar la cabeza.

Quien es mucho más joven y también más discreto es Álvaro Rojo Quintana, hijo de los mediáticos periodistas Ana Rosa y Alfonso. El 19 mayo se casaron por lo civil y este sábado celebrarán una boda religiosa en una finca de Jarandilla La Vera, en Extremadura. Álvaro Rojo es licenciado en Derecho y ADE mientras que su prometida, Ana Villarrubia (28), estudió psicología. La joven tiene numerosos proyectos profesionales aunque uno de los más importantes es la sección Adictas al amor en la revista AR. También ha aparecido en El Programa de Ana Rosa en algunas ocasiones, aunque nunca ha coincidido en plató con su futura suegra.

Se espera que entre los invitados, que llegarán en autobús y se alojarán en uno de los tres hoteles que hay en la zona, haya caras famosas. Más jóvenes y sencillos que los Elhadef Palatchi, los Rojo Villarrubia tienen la lista de bodas en el Corte Inglés, donde las piezas van de los 20 euros hasta los más de 2.000. Álvaro es hijo de Ana Rosa Quintana y Alfonso Rojo, quienes formaron pareja durante cuatro años (de 1983 a 1987).

Rojo se casó de nuevo, con María Jesús Rodríguez, con quien tuvo dos hijos, Alfonso y Bárbara. Quintana, por su parte, contrajo matrimonio con Juan Muñoz, con quien tuvo a los gemelos Juan y Jaime. La boda de Alvaro Jr., según ha contado la madre del novio, será íntima y familiar.

No como la de Alia María El Assir Fernández Longoria, una joven multimillonaria, miembro de una familia libanesa conectada a la realeza española. Alia se casa también el sábado 16 de julio con Hugo Linares Espinós, licenciado en ADE por la Complutense, estudios que amplio en la Columbia Business School. Actualmente trabaja en Ginebra, donde viven los novios. La boda será a lo grande. Tendrá lugar en Gstaad, la estación suiza de lujo, donde la familia El Assir tiene propiedades.

Alia es hija del magnate libanés Abdul Rahman El Assir, ex cuñado de Adnan Khassogi y amigo del rey Juan Carlos I. La madre de la novia es María Fernández Longoria, hija del ex embajador de España en Egipto.

Los festejos de la boda, como en la de Palatchi, comenzarán el viernes, puesto que los invitados llegan de todo el mundo y hay que ofrecerles una recepción. La mayoría llegará en aviones privados a Zurich y Ginebra, y de allí partirán el sábado a un lugar desconocido que sólo saben los novios y sus padres. La ceremonia será por la tarde, y el domingo por la mañana se ha organizado una comida para quienes quieran compartir el primer día de casados de los novios.

Entre los invitados españoles hay nombres conocidos como Miriam Lapique y Álvaro Cortina, José María Aznar y Ana Botella, y Ana Boyer y Tamará Falcó. También estarán los hermanos de la novia, Alid, novio de Mencía, la hija de Isabel Sartorius. Y Khali, una famosa bloguera a quien se relaciona con Anthony Souza, sobrino de Valentino.

"Llevar a cabo un ritual nos implica más con el entorno y eso hace que cualquier cosa que hagamos nos guste más", dice Michael Norton, psicólogo de la Harvard Business School. En sus muchos estudios sobre rituales y bodas detalla que nos gusta casarnos y ver a otros hacerlo porque refuerza la sensación de pertenencia a la tribu. Algunos desde la distancia y otros en la intimidad, todos podrán disfrutar esta semana de tres bodas mediáticas. Sólo nos falta saber cómo será el vestido que luzca Gabriela Palatchi, la hija del rey de las novias. Seguimos siendo pequeñas tribus.