Es una de las bodas del verano y sin embargo todo lo que la rodea tiene ese halo de misterio propio de los grandes acontecimientos. La hija de Alberto Palatchi (67 años), se casa y lo hace este fin de semana en una boda por todo lo alto de la que pocos detalles han trascendido. Pero lo que despierta más interés es, a buen seguro, el vestido de la novia, que tendrá el sello made in Pronovias.
Gabriela Palatchi (25) lucirá, como no podía ser de otro modo, varios trajes de su propia firma diseñados especialmente para ella. Sin embargo, es el secreto mejor guardado y desde la compañía se han cuidado mucho en blindar cualquier detalle que pueda dar pistas sobre el traje. Desde Pronovias aseguran a EL ESPAÑOL que la familia quiere mantenerlo en secreto y dan la callada por respuesta.
Esta decisión choca con la política mantenida por la marca hasta el momento en lo que a otras bodas se refiere. Novias como Eva González (35) lucieron trajes de Pronovias en sus enlaces y lo anunciaron vía comunicado. En el caso de la sevillana, la elección fue un vestido sencillo de estilo sobrio y manga larga.
Otra que anunció días antes su elección fue Astrid Klisans (31). La mujer de Carlos Baute reveló que el diseño de su gran día correría a cargo de Manuel Mota (Pronovias), que confeccionó un traje de corte romántico entallado tipo sirena y con flores bordadas.
La boda se blinda ante cualquier filtración
Sin embargo, el vestido de Palatchi es aún un auténtico misterio. En realidad, prácticamente todo lo que rodea a este enlace lo es. El hermetismo se ha instalado en el pirineo catalán. Concretamente en la lujosa finca situada entre el municipio de Bolvir y la comarca de Puigcerdá, muy próxima al Club de golf Cerdanya. Ese punto estratégico del mapa acoge, en menos de 24 horas, a los 200 invitados en la boda de la heredera del imperio textil de moda nupcial con el empresario (y playboy) turco Ediz Elhadef (39).
El clan Palatchi ha cerrado filas en torno a la joven pareja, que empezó su relación hace menos de dos años. Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, la única obsesión de la familia es que el enlace se mantenga en la más estricta privacidad y no trascienda nada. Algo harto complicado teniendo en cuenta que algunos de los invitados son habituales del papel couché y blogueras adictas a las redes sociales. Como la propia Gabriela, que suele desgranar detalles de su vida privada e incluso tiene un perfil creado exclusivamente para mostrar su pasión foodie.
Tal ha sido el blindaje que los protagonistas han optado incluso por no invitar a algunos de los amigos -o empleados- más allegados a los Palatchi. La decisión ha causado estupor y extrañeza entre estas personas que no entienden el motivo cuando mantienen con la familia una relación estrecha que ya dura bastantes años.
Las que sí asistirán al enlace son las mejores amigas de la novia. Blogueras como Gala González o Vega Royo Villanova y modelos como Irina Shayk o Carolina Kurkova acompañarán ese día a Gabriela.
Unión de raíces judías
La boda unirá a dos importantes imperios familiares de la industria textil turca, ambos de raíces judío-sefardíes. Elhadef, conocido por su fama de conquistador como el príncipe Junot del Bósforo (en recuerdo del playboy francés casado con Carolina de Mónaco), también es turco de origen hebreo. El empresario textil es fundador y propietario de Enerji Sistem, compañía que creó en 2006. Además, gestiona la marca Vakko, muy conocida y prestigiosa en el país. Y, por si fuera poco, es allí toda una celebridad, pues tanto él como otros miembros de su familia son habituales de la prensa rosa turca.
El futuro yerno de Alberto Palatchi reside de hecho en Estambul, donde se trasladó Gabriela Palatchi al poco de conocerle, aparcando por un tiempo las labores de responsabilidad que asumió en 2013 en la compañía familiar. La pareja comenzó su relación después de que les presentara una de las hermanas de Elhadef, que ejerce como distribuidora de Pronovias en Estambul (uno de los principales lugares de expansión de la firma).
En cuanto a los Palatchi, es de sobra conocida su procedencia judía. El padre de Alberto Palatchi emigró en su día desde Turquía con una maleta cargada de telas con la que inició su negocio textil en Barcelona, algo similar a lo que le ocurrió a Isac Andik, dueño de Mango.
La empresa familiar catalana cuenta con otro miembro entre sus filas: el hermano de Gabriela, Alberto, que a principios de este año hizo sus pinitos como político llegando a figurar en las listas del Partido Popular en Cataluña.
Alberto Palatchi y su esposa, Susana Gallardo -vicepresidenta de Pronovias y consejera de Caixa bank además de propietaria de los laboratorios Almirall- tienen en total tres hijos. La tercera es Marta, la única que no ha encauzado su vida profesional dentro del imperio familiar, pues vive en París y mantiene una relación con uno de los miembros de la familia Cuatrecasas, propietaria del conocido despacho de abogados.
Paraíso 'inglés' con vistas a los Pirineos
El lugar elegido por los novios para el enlace es otro de los misterios. Se conoce su ubicación pero apenas existen fotografías de la finca desde la que se disfruta de unas vistas privilegiadas de todo el valle y de los Pirineos. Allí se celebrará una gran fiesta que durará tres días y que estará amenizada por música en directo. Todo un despliegue y derroche digno de la sucesora de un imperio textil.
La vivienda, sin embargo, no es tan desconocida para los aficionados a la decoración y el diseño. Construida en 1994 por el arquitecto Miguel Barca, hace unos años apareció en un reportaje en la revista Casa ideal.
En él puede apreciarse el estilo inspirado en cottages ingleses y los materiales de madera maciza y grandes ventanales cubiertos con largas cortinas. La construcción, de piedra y pizarra, alberga sofás y tapizados de cuadros y rayas, obra de la interiorista y amiga personal de Susana Gallardo, María José Fontana.
Se trata de una mansión exclusiva, pues es la única que realizó el arquitecto en toda la zona. El dueño de Pronovias es uno de sus mejores clientes, según consta en el portfolio del constructor, que realizó además el despacho de Palatchi en Mahón, Menorca.