Hasta la fecha han sido 44 las mujeres que han ocupado el cargo de primera dama en EEUU. Aunque sin lugar a dudas, pasen los años y pasen los presidentes, quien queda en la memoria colectiva internacional por superar su papel es Jacqueline Kennedy. La mujer del inquilino más carismático de la Casa Blanca se convirtió en un icono que perdura en el tiempo. En Estados Unidos, no obstante, nadie ha logrado la popularidad y la talla política de Eleanor Roosevelt. La mujer de Franklin D. Roosevelt (32 presidente de EEUU) trascendió su cargo y lo convirtió en algo potente.
No siempre se ha usado el título de primera dama. Fue un periódico el que acuñó el sobrenombre en 1893 para referirse a Martha Washington, esposa d George Washington, como "la primera dama de la tierra". A partir de entonces, se usó como algo habitual, aunque no fue hasta finales del siglo XIX que se incluyó en el lenguaje oficial.
Antes habían sido llamadas Lady o Mrs. President. Y técnicamente, a la primera dama se la conoce como FLOTUS (First Lady Of The United States), en contraposición a POTUS (President Of The United States), que es como se denomina al presidente.
El papel de la primera dama no está definido y las esposas de los mandatarios estadounidenses suelen realizar labores humanitarias. Porque aunque no está prohibido por ley, no se considera aceptable que las primeras damas desempeñen un trabajo independiente.
Con todo, cuentan con un equipo destinado a la organización de su labor, que se compone por la secretaria social de la Casa Blanca, el jefe del personal, secretaria de prensa, jefe de diseño floral, jefe ejecutivo.... Un equipo que depende de la Oficina Ejecutiva de la Presidencia.
Quien dio un paso más allá y dotó el cargo de contenido no fue otra que Hillary Clinton. A la esposa de Bill Clinton (70) se le dio un empleo formal para desarrollar reformas al sistema de salud. Posteriormente se convirtió en senadora por Nueva York y es la única esposa de un presidente en haber sido elegida como representante del Congreso. No hay que olvidar, además, que luchó en la carrera demócrata de 2008 contra Barack Obama (55), quien la eligió después como secretaria de Estado de su Gobierno.
Pero no es la más querida aunque tampoco está en la lista de las primeras damas decepcionantes. En 2014 se realizó una encuesta en EEUU para saber quién había sido la primera dama más influyente y querida de la historia del país y ganó Elenaor Roosevelt. Fue la primera en dar ruedas de prensa, escribió su propia columna en un periódico y habló en una convención nacional. Su marido, Franklin, fue presidente de 1933 a 1945, mandato durante el cual ella defendió los derechos civiles y fue una de las impulsoras de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En segundo lugar aparece Abigail Adams, esposa del segundo presidente del país, John Adams, y en el tercero, Dolley Madison, quien logró aumentar la popularidad de su marido, James Madison. La cuarta de la lista es Jackie Kennedy, de quien se destaca su fortaleza, su carisma y su estilo.
Michelle Obama (52) logró el quinto lugar en la lista por "ser capaz de ser ella misma", algo que los estadounidenses han valorado siempre en su cultura: la autenticidad. Y por ese motivo Hillary Clinton es la sexta. Porque además los encuestados ven en la mujer de Bill Clinton un gran potencial para ser presidenta, aunque finalmente no ha logrado convencer a la mayor parte del electorado.
En otros apartados menos positivas, aparecen Laura Bush (70) y Patti Nixon y Mamie Eisenhower: podrían haber hecho más por su país, según la encuesta.
Clinton no ha podido convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos y en la primera primera dama que da el salto a la Casa Blanca, aunque ha estado cerca. Esta pasada noche tres mujeres habrán estado más pendientes de las elecciones que el resto del mundo. Son las primeras damas que siguen vivas: además de Michelle Obama, Rosalyn Carter (89), Laura Bush y Barbara Bush (91). Además de la propia Clinton, claro.