"He intentado mirar Saturday Night Life -inmirable!". La frase la tuiteó Donal Trump (70), presidente electo de EEUU, hace unas semanas. Se refería a la imitación que Alec Baldwin (58) hace en el programa SNL y que ha resucitado al actor de cierto ostracismo. Su parodia de Trump ha sido tan exitosa que piensa seguir haciéndola. El actor estaba en horas muy bajas y ha pasado de no hacer una película en dos años a tener dos en proyecto. Y encima, dice, lo hace porque le gusta.
El acto ha pasado de enfrentarse con la prensa en la calle, malhumorado y desgastado físicamente, a tener que sonreír a los fans que el paran para felicitarle. Todo por Trump. La primera aparición de Baldwin como Trump fue el 1 octubre de este mismo año, a pocas semanas de la jornada electoral. Es algo que empezó por convicciones políticas, dice Baldwin, un liberal declarado muy crítico con los republicanos y especialmente con Trump (su hermano Stephen, también actor, ha apoyado a Trump, sin embargo). Nadie pensó que el éxito iba a ser tan inmediato y menos, que el magnate ganaría las elecciones contra Hillary Clinton (70). Así que cuando pensaban que llegaba el momento de matar al personaje, es cuando más lo necesitan.
"Ahora que es presidente, tenemos la obligación de marcarlo al máximo", ha declarado el actor en una reciente entrevista a The New York Times. En el encuentro con este periódico, el actor es claro y asegura que por mucho que lo intente, Trump nunca será más que un sandwich de queso. "Veo a un tipo que parece que para y busca palabras más precisas y un mejor lenguaje pero que nunca lo encuentra, es siempre el mismo plato, es un sandwich de queso una y otra vez".
El enfrentamiento entre el actor y el presidente es público. Aficionado a tuitear lo que le pasa por la cabeza, Trump, que suele terminar compulsivamente sus tuits con una exclamación, ha cargado contra varios medios, en especial contra el Times de Nueva York. Así que leer sus criticas hacia Baldwin no es algo que extrañe a nadie.
"He intentado mirar Saturday Night Life -inmirable!", escribía en el mencionado tuit, "Totalmente partidista, nada gracioso y la imitación de Baldwin no puede ir peor. Triste". Ante las críticas, recibió la respuesta del actor: "Publica tus datos fiscales y pararé. Ja".
La carrera de Baldwin se ha visto beneficiada por la parodia. El actor ha vivido momentos bajos en los últimos años. En 2016 no ha aparecido en película alguna, y en 2015 sólo tuvo papeles secundarios en dos (Aloha y Misión Imposible). En 2014 hizo un cameo en Torrente 5. Hay que remontarse a 2013 para encontrar un papel con cierto nivel: Blue Jasmine, de Woody Allen, algo bastante alternativo en Hollywood, sobre todo para un actor que había sido una gran estrella.
Uno de los papeles que más fama le han reportado últimamente es el de directivo televisivo de la serie 30 Rock (Rockefeller Plaza en español), en la que participó durante las siete temporadas y por la que ganó numerosos premios. Ideada por Tiny Fay, otra actriz en la lista de SNL famosa por su parodia de Sarah Palin, 30 Rock terminó en 2013.
Desde entonces, poco se había hablado de Baldwin y su presencia se limitaba a la prensa del corazón por su matrimonio con Hilaria, una joven yogi que cuelga sus fotos en instagram, con posturas imposibles. Juntos son padres de tres niños. Anteriormente había sido la pareja de Kim Basinger, con quien habían protagonizado algunas películas memorables.
Su ruptura no terminó de manera pacífica precisamente y la imagen del actor quedó muy tocada cuando apareció un audio en internet en el que se oía cómo amenazaba a la actriz y a la hija que tuvieron ambos. Incluso escribió un libro sobre el contencioso, A promise to ourselves, donde criticaba con dureza a su ex pareja y su "obsesión" por alejarlo de la hija de ambos.
Ahora, resarcido de polémicas, vuelve a ser querido por el público. Una peluca, un poco de maquillaje mate de Clinique, unas pestañas postizas. No necesita nada más para lograr imitar a un presidente enfurruñado con la parodia. Cobra 1.400 euros por imitación, muy poco dinero para una estrella de Hollywood, mucho para alguien que ha conseguido lavar su imagen gracias al papel.